
Los 9 días de silencio de Carles Puigdemont
La estrategia de ir con el PSOE fue suya, pero deja que el marrón se lo coman Jordi Turull y Míriam Nogueras
Carles Puigdemont sigue con su estrategia de no quemarse y dejar que la segunda línea del partido se coma el marrón de la crisis del PSOE. El presidente de Junts lleva desde el 11 de junio sin aparecer públicamente ni publicar en X. La estrategia de ir de la mano del PSOE fue exclusivamente suya, pero la imagen del fracaso recae en Jordi Turull y Míriam Nogueras.

El secretario general de Junts y la portavoz del grupo parlamentario en el Congreso están llevando el peso de las negociaciones y la comunicación. Son ellos quienes comparecen ante los medios, y quienes aparecieron en la foto con Sánchez esta semana.
Mientras, Puigdemont permanece en silencio esperando no desgastarse demasiado a la espera de que llegue la amnistía. Es cierto que pierde protagonismo en un momento crucial de la política española y catalana. Pero su plan consiste en blindarse antes de conseguir la amnistía, para después enfrentarse a un Illa desgastado.
El expresident es consciente de que las encuestas no auguran nada bueno para su partido. En Junts insisten en que la crisis del PSOE no va con ellos e intentan vincularlo a la naturaleza corrupta del Estado español y el régimen del 78. Pero es inevitable que la crisis del Gobierno de Pedro Sánchez acabe arrastrando a sus socios, y a Junts en particular.
En el independentismo se refuerza la idea de la traición de Junts, que se niega a romper con Pedro Sánchez ni por la corrupción. La estrategia de Waterloo ahora es vincular la continuidad de Pedro Sánchez a la mesa de negociación en Suiza.
Puigdemont sugue liderando la negociación
En este sentido, Carles Puigdemont ha reducido al máximo sus apariciones públicas pero no renuncia a liderar la negociación con los socialistas. El President reunió a la ejecutiva del partido el pasado domingo, previo a la reunión con Pedro Sánchez. Allí transmitió la línea de la nueva estrategia a seguir, que es conseguir garantías y acelerar el cumplimiento de los compromisos.
La primera decisión que ha tomado Puigdemont es la de no facilitar los presupuestos de Pedro Sánchez para 2026. Junts dejará al Gobierno en standby a la espera de la aprobación de los compromisos de investidura. Aprovechará su debilidad para conseguir más concesiones.
Carles Puigdemont espera no quemarse demasiado porque sigue confiando en recuperar su aura una vez consiga la amnistía. El expresident sigue soñando en un regreso mesiánico que le permita recuperar el terreno perdido frente a Sílvia Orriols. Para ello es fundamental que el hundimiento de Pedro Sánchez no le acabe afectando.
Las encuestas señalan un estancamiento e incluso un ligero descenso de Junts en el Congreso. Este es otro motivo por el cual Puigdemont descarta por ahora hacer caer a Sánchez. Cada vez se extiende más la sensación de que pactar con Sánchez fue un clamoroso error.
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