Carles Puigdemont se queda solo
Los aliados del PSOE le hacen el trabajo sucio a Pedro Sánchez
Después de que el voto exterior confirmara un diputado más para el PP, Pedro Sánchez necesita que Junts per Catalunya apoye su investidura. Ya no es suficiente una abstención de los procesistas. Tienen que votar que sí. Y eso, sobre el papel, complica más las cosas al líder socialista.
A pesar de esto, el actual presidente del Gobierno en funciones puede estar relativamente tranquilo. Pedro Sánchez no solamente parece que conseguirá finalmente el sí de Carles Puigdemont. Todo apunta a que, además, lo hará sin mancharse las manos. Y es que sus principales aliados ya se han encargado de hacerle el trabajo sucio.
Carles Puigdemont empezó las negociaciones con unas condiciones bastante inasumibles para el PSOE: un referéndum y la amnistía. Pero poco a poco, el líder de Junts per Catalunya se está quedando solo. Y cada vez más hay más presión sobre él, para que acabe rebajando sus exigencias y termine invistiendo a Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno en funciones puede estar tranquilo al ver como los amigos que tiene en común con Puigdemont se han puesto manos a la obra para convencerlo. Y, en pocos días, el expresident se ha visto acorralado sin que el PSOE apenas haya movido un dedo. Sánchez sabe que ceder ante el líder de Junts puede erosionar su figura, pero de momento son otros los que se están moviendo para convencer a Waterloo.
Este lunes era Artur Mas quien pedía a Carles Puigdemont “ser exigente” pero no “intransigente”. Y le advertía que la repetición de elecciones “no es el escenario deseable”. También ERC le ha pedido que abandone la idea de la autodeterminación y apueste por condiciones mucho más asumibles.
Pero el “pressing Junts” no termina con Mas y Esquerra. Arnaldo Otegi es otro de los que se ha puesto manos a la obra para hacer el trabajo sucio del PSOE y convencer a los procesistas catalanes. Según El Mundo, el líder de Bildu y el histórico miembro de Batasuna Pernando Barrena están allanando el camino para que Junts acabe cediendo ante Pedro Sánchez.
Además, el papel del PNV también deja en una posición complicada a Junts. Los nacionalistas vascos se negaron incluso a hablar con el PP, dejando claro que su prioridad es que vuelva a gobernar Pedro Sánchez. Y todo esto, sin olvidar que el primer actor político que se ha movido al respecto ha sido Sumar, dando luz verde a Jaume Asens a negociar con Puigdemont la posible investidura del líder socialista.
De este modo, ERC, Bildu, Artur Mas, Sumar y PNV le están facilitando la investidura a un PSOE que, gracias a esto, no está teniendo la necesidad de mojarse demasiado públicamente. Y no le hará falta si sus aliados ya le hacen el trabajo por él. Mientras, Carles Puigdemont se está quedando más solo en su afrenta al PSOE. E incluso voces de su partido ya ven como mal menor permitir que Sánchez sea presidente 4 años más.
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