A Carles Puigdemont le sale un nuevo enemigo en casa

Junts per Catalunya sigue deshojando la margarita de la investidura de Pedro Sánchez. De puertas hacia afuera, el partido de Carles Puigdemont mantiene su posición y amenaza con forzar unas nuevas elecciones si no hay amnistía y referéndum. Pero internamente, cada vez hay más voces favorables a un entendimiento.

La situación es compleja. En Junts son conscientes de que el PSOE no puede aceptar su oferta de máximos, pero también saben que cualquier concesión será interpretada por las bases como una traición. Por otro lado está el riesgo de que un bloqueo político acabe con PP y Vox en el gobierno en diciembre. 

A medida que pasan los días, aumenta la presión sobre Waterloo. El último en mostrar su parecer ha sido el expresident de la Generalitat, Artur Mas, que ha recomendado a Carles Puigdemont “ser más exigente que intransigente”. 

Artur Mas entra en escena

Artur Mas, expresident de la Generalitat y persona próxima al espacio postconvergente, se ha manifestado sobre la situación actual. Considera que Junts debe acordar con ERC una estrategia conjunta en las negociaciones con el PSOE. Y que deben ser exigentes pero flexibles para evitar una repetición de elecciones. 

Aunque “no es el escenario deseable”, Mas ha dicho que él preferiría evitar unas nuevas elecciones. “La fuerza es absolutamente determinante, tanto para decir que sí como para decir que no”, ha afirmado. 

Pero también ha advertido a PSOE y Sumar que deben abordar la solución del conflicto catalán para llegar a un entendimiento. El expresident entiende que el escenario postelectoral abre una nueva etapa en España. Una etapa que necesitará de la generosidad de ambas partes para dar pasos hacia la resolución del conflicto.

El expresident ve 'una oportunidad'

Además, el expresident ve la nueva situación como “una oportunidad” para avanzar en la plurinacionalidad de España. Hace apenas unos días propuso un frente común de los partidos independentistas catalanes con los vascos y gallegos. Mas propone una estrategia común para abrir un nuevo ciclo político.

Mientras, Waterloo guarda silencio y sigue enrocado en su posición de máximos. En Junts creen que el paso de los días va a su favor y que están ganando tiempo para poner al PSOE contra las cuerdas. La intención es conseguir un acuerdo lo suficientemente ambicioso para vender ante sus bases y su electorado.