Carles Puigdemont, al rescate de Junts
Los postconvergentes se conjuran contra la abstención y contra ERC
El tiempo pasa, pero algunas cosas no cambian. En las elecciones catalanas de diciembre de 2017, tras la declaración de independencia y la fuga de Puigdemont, Junts se presentó con el lema “para que vuelva el president, hay que votar al president”. Seis años después, en estas generales, vuelven a jugar la carta del “president legítim”.
El partido de Puigdemont se han desplazado hasta su pueblo natal, Amer, para celebrar el mitin central de campaña. Él mismo se ha dirigido a sus fieles desde una pantalla apelando a ir a votar masivamente. Su intención, combatir la abstención y disputarle el espacio a Esquerra.
“No nos abstenemos cuando nos atacan, estamos acostumbrados a remar a contracorriente y no dimitimos de nuestra obligación de defender el país”, ha dicho. Puigdemont ha reforzado la idea de presentar a Junts como el partido que planta cara a Madrid.
De hecho, no ha dejado escapar la oportunidad de azuzar a ERC, a quien ha acusado de hacer el juego a los partidos españolistas en Madrid. Por el contrario, ha instado a ir a la “trinchera” de Madrid a “plantar cara y doblegar al Estado”. Puidgemont reafirma así la estrategia de la confrontación frente a la línea pragmática de ERC.
Puigdemont, a la desesperada
Carles Puigdemont ha salido en defensa de la candidata de Junts, Míriam Nogueras, que es también su apuesta personal y su fiel escudera. Ha dicho de ella que es "insobornable". Ha destacado que "se mueve por la lealtad al país" y que "no se deja intimidar por las presiones".
Junts saca a pasear al expresident en un momento en el que la estrategia del exilio está más en cuestión que nunca. Su intención, como en los comicios anteriores, es presentar el voto a Junts como el voto al único presidente legítimo de Cataluña. Esto, pese a estar acorralado por la justicia y cada vez más abandonado por sus bases.
La estrategia pasa precisamente por movilizar el voto independentista desencantado con el gancho de Puigdemont. No es extraño que apelara insistentemente al voto masivo el 23-J. Además, los juntaries se conjuran contra sus grandes adversarios.
Junts pasa al ataque
Además de la lucha contra la abstención y la baza de Puigdemont, su estrategia se apoya en otras dos patas. Una, los ataques contra el PSC y ERC para presentar a Junts como el único partido capaz de defender a Cataluña. La otra, poner el énfasis en el déficit de las inversiones en Cataluña.
En Junts creen que si consiguen ahuyentar la abstención y recoger el voto descontento con Esquerra, pueden obtener un buen resultado en Madrid. Sus diputados allí servirán de bien poco, puesto que ya han mostrado su intención de bloquear la investidura. En cambio, ven el Congreso como la primera batalla antes de la guerra definitiva contra ERC.
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