El calvario que viven unos vecinos por la okupación de un edificio público en Cataluña
Casi diez años de problemas no parecen ser suficientes para que la administración encuentre una solución
En la ciudad de Mataró tienen un problema con una promoción de vivienda pública. Se trata de dos edificios en el barrio del Pla d’en Boet. El problema no es otro que la delincuencia y la okupación, que son todo un via crucis para los vecinos.
Según informa el medio Capgros, la situación se ha complicado durante los últimos meses, con la reciente okupación de media docena de trasteros. Los vecinos aseguran haber visto menores de edad y personas con mascotas. Los okupas habrían roto la cerradura para acceder así al edificio.
Entre otros problemas, los vecinos se encuentran con deposiciones fecales en los pasillos o en bolsas. Así mismo, cocinan en zonas que, como unos trasteros, no están adaptadas para la ventilación, con lo que los riesgos son evidentes. De la misma manera, también se dan peleas entre los propios okupas, que dejan imágenes dantescas.
“Nos hemos encontrado con más trasteros abiertos, sangre por los pasillos y dentro de un trastero, además de mucha suciedad, y la habitación donde hay los contadores de la luz está inundada de agua”, explican los vecinos al citado medio.
Su fama le precede
Como también es habitual en estos casos, la respuesta de la administración es inexistente; más que nada porque esta promoción pública arrastra los mismos problemas desde hace una década. En el año 2015, la Generalitat se comprometió a reconducir la situación, aunque a tenor de los resultados se muestra impotente.
Las autoridades no han conseguido eliminar el que a todas luces es un coágulo de criminalidad. “Se trata de un bloque donde siempre ha habido okupaciones, tráfico de drogas, prostitución, además de los incendios provocados al parking, y dos inundaciones de aguas fecales”, narra un vecino.
El problema del Pla d’en Boet ha adquirido ya entidad política. La delegación de Vox en Mataró ha anunciado su intención de “Llevar esta problemática al pleno de septiembre. Los vecinos tienen miedo”:
Para desesperanza de los vecinos, la retórica de la administración en estos momentos no es muy diferente a la de todos estos años.
El consistorio contempla la posibilidad de desalojar el edificio si se consigue demostrar que hay riesgo de habitabilidad. Por su parte, la Generalitat también dice estar “trabajando” para encontrar una solución.
Por lo que parece, diez años no han sido suficientes para encontrar dicha solución.
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