La batalla por el relato que ERC se está acostumbrando a perder
Pere Aragonès vuelve a lanzar una propuesta estrella que pasa sin pena ni gloria y que solo recoge rechazo externo
Dicen que a la tercera va la vencida, menos para Pere Aragonès. El president de la Generalitat intentó marcar agenda con su propuesta de financiación primero y con su idea de referéndum después, sin nada de fortuna. Si lo recuerdan, nadie habló del concierto singular que pidió Aragonès, ni siquiera los agentes sociales o económicos, mientras que la idea de referéndum fue desechada por todos al instante. Lo probó hasta en el Senado hace unos días.
Ahora, Esquerra -ergo, el Govern- ha decidido lanzar otro globo sonda, a ver si puede centrar el debate en sus propuestas y no en la figura de Puigdemont. Casi ha sido peor el remedio que la enfermedad: Pere Aragonès ha propuesto ampliar la frecuencia de vuelo del Prat sin ampliar la infraestructura, sino haciendo más vuelos los meses de julio y agosto.
Por si fuera poco, el Govern de ERC se ha descolgado proponiendo que los 262 millones de euros que tendrían que ir destinados a la tercera pista sirvan para insonorizar viviendas. Es decir, que se gastaría dinero público para que entre 1600 viviendas y 5.600 no oyeran tanto ruido debido al mayor número de vuelos. No descartan, dicen, compensaciones económicas y hasta compra de viviendas.
Pere Aragonès pretende no perder la inversión de 1.700 millones que anunció el Gobierno saltándose lo pactado con el Estado. No habría ampliación, sino el "uso puntual de dos pistas independientes julio y agosto entre las 10h y las 14h".
La respuesta de las otras administraciones, actores políticos y la sociedad ha sido rápida y unánime: ni hablar. De un lado, la alcaldesa de Gavà asegura que ese trata de "un despropósito". Coinciden AENA y el Estado, que aseguran que la idea de Aragonès "no mejora la operativa del Prat". El ministro Jordi Hereu ha ido más allá y ha acusado a Esquerra de "ser incapaz de tomar decisiones estratégicas valientes para el futuro de Cataluña".
El Govern buscaba con su propuesta tener contento a todo el mundo. De un lado a los ecologistas y a la CUP, y del otro a los empresarios y el sector productivo. Ha conseguido todo lo contrario. El Gobierno vuelve a sentir que ERC es incapaz de cumplir lo pactado, mientras que la CUP acusa a Esquerra de "profundizar en un modelo que enriquece a pocos".
Por si fuera poco, los vecinos de Gavá Mar echan el grito al cielo y dicen que la propuesta es "inadmisible e incomprensible". Su sorpresa es mayúscula, porque nadie les había hablado de la propuesta, ni se les había consultado antes. Hay que decir que no están solos: ERC no había comunicado su idea tampoco a AENA o al Ayuntamiento de Gavà.
ERC vuelve a perder el relato
La propuesta de Pere Aragonès quedará en un cajón en horas. No ha gustado a Foment, ni a los ecologistas, a los ayuntamientos cercanos al Aeropuerto. La mayoría de partidos ni la han valorado, dejando que muera sola. Y ya van tres en unas semanas, reforzando la idea de que el Govern está solo y no marca agenda pese a todos sus altavoces.
Fíjense, este jueves se habló más de los nuevos habitantes de Suiza, de Puigdemont y el TJUE o del CIS. Solo Nació Digital y el Diari Ara le dieron mimo a la idea de ERC con el Prat. Otra propuesta que no llega a la gente, otro intento de marcar el debate político que no sirve a Aragonès.
Quizás sería hora que en la Generalitat asuman que estas elecciones serán distintas, que irán del fin o no de Puigdemont o de la figura de Sílvia Orriols. Pere Aragonès lo intenta con grandes propuestas, con el logo del Govern para demostrar capacidad de gestión, pero no lo consigue. Y el tiempo corre en su contra.
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