Barcelona impulsa un plan propuesto por el PP para erradicar asentamientos ilegales

Según datos recientes, unas 400 personas, 37 de ellas menores, viven en asentamientos ilegales en Barcelona. El líder de los populares en la ciudad condal, Daniel Sirera, ha pedido en reiteradas ocasiones la actuación municipal para acabar con esta lacra que genera inseguridad, incivismo y problemas de convivencia. El gobierno municipal encabezado por Jaume Collboni, del PSC, impulsará ahora un plan de desmantelamiento gracias a una moción del PP aprobada por unanimidad.

El ayuntamiento tendrá que presentar ahora un plan de asentamientos irregulares que recoja dos aspectos. 

Por un lado, el número de asentamientos irregulares que hay en la ciudad de Barcelona, con la relación de los espacios públicos o privados ocupados. La mayoría están ubicados en naves industriales, pero también estructuras precarias como barracas y caravanas. El plan deberá hacer constar su ubicación desglosando los datos por distritos.

En segundo lugar, un plan de acción a desarrollar por parte del gobierno municipal en coordinación con la Oficina de Asentamientos Irregulares. Deberá concretar las líneas de actuación con el barraquismo desde la vertiente social, urbanística y de vivienda. La finalidad es erradicar los asentamientos irregulares de acuerdo con lo que establece el Plan municipal de vivienda 2016-2025.

El portavoz del PP en el ayuntamiento de Barcelona, Juan Milián, ha celebrado la votación favorable a la moción presentada por su grupo municipal. Ha celebrado que por fin se pueda acabar con la situación de “decenas de niños” que “viven precariamente en estos asentamientos en Barcelona”.

El problema de los asentamientos

Barcelona cuenta con unos 70 asentamientos irregulares donde viven 400 personas y una treintena larga de menores. La mayoría se encuentran en naves industriales abandonados y solares sin uso, donde los moradores levantan chabolas o instalan sus caravanas para vivir en ellas. La principal concentración de barracas está en el distrito de Sant Martí, y quienes viven ahí suelen ser personas del este y subsaharianos que viven de la chatarra y la reventa de artículos recogidos de los contenedores.

Algunos son especialmente conflictivos, como el de Vallcarca, del que Sirera ya solicitó su desmantelamiento hace unos meses para garantizar la seguridad de los vecinos. En este caso, unos okupas llevan más de diez años viviendo hacinados en chabolas donde se acumula la suciedad y con el consiguiente riesgo de incendio.

En todo estos casos, el PP ha pedido la actuación municipal en coordinación con los servicios sociales para garantizar la protección de los adultos y los menores que viven en los asentamientos.

Plan de choque en el Raval

Además, el grupo municipal popular ha propuesto un plan de choque para acabar urgentemente con la situación de degradación del barrio del Raval. "Los delincuentes se han hecho fuertes, las administraciones han perdido su autoridad", dijo Milián en el pleno del ayuntamiento, en defensa de los comerciantes y los vecinos "aterrorizados". También lamentó que "no hay un solo día sin malas noticias en el Raval", en alusión a los robos, la violencia, las drogas, las mafias y el incivismo.

El PP propone un plan de choque de 50 millones anuales para “más policía, cámaras de videovigilancia, triplicar los agentes cívicos y erradicar los narcopisos”. En paralelo, proponen fomentar la vida cultural y comercial del barrio para frenar su degradación.