
Baño de realidad: vuelve a subir el precio del alquiler con Cataluña en la cúspide
La regulación no está funcionando y aumenta el riesgo de expulsar el mercado a los márgenes de la legalidad
Cataluña aprobó la semana pasada un ambicioso decreto de ley de medidas urgentes para abordar el problema de la vivienda. El decreto lleva el sello de los Comuns y la CUP, y ha sido aplaudido por los sindicatos de la vivienda. El PSC asume así el relato de la izquierda, que pone el foco en la especulación inmobiliaria y ofrece la regulación como solución.

El decreto ley avanza en la obsesión reguladora de la izquierda incluyendo los alquileres de temporada y el alquiler de habitaciones en el tope de los precios. Estrecha además el cerco sobre los propietarios y los grandes tenedores. Amplía el registro de grandes tenedores y contempla la creación de un cuerpo de inspectores con capacidad sancionadora.
Este lunes se ha conocido el aumento del 9,6% del precio del alquiler en el primer trimestre del año en España. Son datos del último informe de precios de Fotocasa. Alquilar es más caro que hace un año en todas las comunidades autónomas, y Cataluña sigue liderando el ránking junto con Madrid.
El alquiler sigue escalando pese a la regulación
Seis comunidades autónomas (Canarias, Extremadura, Galicia, Murcia, Valencia y Castilla y León) han superado su máximo histórico. El precio más elevado por metro cuadrado sigue estando en Madrid (20,86%), seguido de Cataluña (18,29%). Si nos fijamos en las ciudades, Barcelona sigue siendo la más cara de todo el Estado para alquilar.
Los datos demuestran que estamos ante un problema estructural, y que las recetas de la izquierda en Cataluña y Barcelona no han funcionado. Un baño de realidad que tiene como causa el aumento de la demanda hasta máximos históricos y el desplome de la oferta hasta mínimos estructurales. Esto provoca un tensionamiento creciente del mercado que ha llevado hasta el mayor encarecimiento del arrendamiento en la historia reciente.
El problema no se reduce a Cataluña, sino que afecta a todas las comunidades españolas sin excepción. Pero se ha demostrado que la regulación no solo no funciona, sino que agrava el problema porque contrae aún más la oferta. Barcelona, donde han gobernado los Comuns durante ocho años, es el mejor ejemplo del fracaso de sus recetas.
Crisis endémica
El problema de la vivienda ahora mismo es que la regulación no resolverá el problema de la saturación de demanda y la escasez de oferta. Lo que demostró el alquiler de temporada es que el mercado tiende siempre a huir de la regulación, no por avaricia sino por rentabilidad. Y esto es lo que ocurrirá muy probablemente con el nuevo decreto del Govern.
La concentración poblacional en las ciudades hace improbable que la demanda caiga a corto y medio plazo. De hecho, lo más probable es que siga subiendo. Y aunque la oferta se recuperara, es imposible que lo haga en niveles suficientes para satisfacer la demanda.
Si la demanda sigue creciendo y la oferta sigue siendo insuficiente, la regulación no hará más que empujar el mercado a los márgenes de la legalidad. Cataluña se ve condenada a una crisis endémica de la vivienda frente a la cual la regulación, más que la solución, será un problema más. Esto no hará más que avivar el conflicto de la vivienda que no aporta ninguna solución, pero que algunos partidos están utilizando para volver a sacar la cabeza.
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