Primer plano de Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, con rostro de preocupación
POLÍTICA

Aznar y Vox debilitan a Feijóo antes de la investidura

El líder de los populares, sin rumbo y cada vez más solo

La imagen de hoy de Alberto Núñez Feijóo llegando al acto de clausura del Campus FAES en el feudo de Aznar deja en evidencia la debilidad del líder popular. El PP ha tratado de visibilizar la unidad entre el expresidente y el candidato a la investidura. Pero el resultado ha sido una imagen impostada que revela la sumisión de Feijóo y su falta de proyecto.

Feijóo queda como un líder desdibujado y sin un rumbo firme ante el desafío que plantean las negociaciones entre Sánchez y Puigdemont. Primero se avino a negociar con Junts, ahora se ve arrastrado por la intransigencia de Aznar. Y lo peor es que ya pocos creen en su capacidad para derrotar al sanchismo.

Además, estos días se ha reabierto la guerra entre PP y Vox que amenaza con hacer saltar incluso algún gobierno autonómico. Ya poco queda de aquel optimismo reinante en las sedes de la derecha en la resaca electoral del 28-M. Lo que hay es un líder fagocitado por Aznar y por Vox en vísperas de su debate de investidura.

Feijóo, a la sombra de Aznar y de Ayuso

José María Aznar sigue teniendo un ascendente indiscutible dentro del espacio conservador español. Su influencia contrasta con la deriva de un Feijóo diluido, errático, que parece siempre ir a rebufo de los acontecimientos. El “basta ya” de Aznar esta semana ha sido el golpe encima de la mesa que le reclaman a Feijóo hace tiempo.

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En un momento en el que el PSOE y Junts están negociando líneas rojas como la amnistía y el referéndum, el líder del PP hace guiños al nacionalismo y abre las puertas al partido de Puigdemont. Primero se abrió a la negociación con ellos, y luego trató de rectificar pero volvió a meter la pata hablando de “encaje” de Cataluña y por tanto comprando el lenguaje nacionalista. 

Primer plano de Isabel Díaz Ayuso sonriendo y mirando al horizonte

Su liderazgo está hoy tan discutido que Génova convocó a los barones para enfatizar el apoyo a su figura. Los líderes territoriales avalaron su estrategia pero le pidieron más firmeza y claridad. Y ante su tibieza acabó siendo Aznar quien llamó a la movilización de la derecha en las calles, secundado por Isabel Díaz Ayuso y Alejandro Fernández.

Así es como la presidenta de Madrid, llamada a relevar a Feijóo en la presidencia del PP, y el líder de los populares catalanes, enfrentado a la dirección en Génova, se han erigido como punta de lanza del Partido Popular como vanguardia del frente constitucionalista. Ahora queda por definir el papel de Vox en esta lucha.

Vox amenaza otra vez con la ruptura

Aunque el pacto entre PP y Vox en Murcia parecía sellar la alianza de la derecha, en las últimas horas se ha reavivado el fuego de la tensión. Una vez más, el origen ha sido el desplante de la presidenta extremeña del PP hacia Vox. Los de Abascal han dejado claras sus intenciones de hacer saltar el gobierno autonómico por los aires.

Plano general de una manifestación constitucionalista en Barcelona. Varios manifestantes sujetan una bandera española gigante mientras lucen camisetas con el logo de Ciudadanos de un corazón formado por las banderas de Cataluña, España y Europa

El encontronazo no hace sino evidenciar que los pactos territoriales fueron de conveniencia y no basados en una relación de verdadera confianza. En algunos territorios como la Comunidad Valenciana y Baleares hay una mayor solidez. Pero en Murcia y Extremadura se han abierto las grietas a las primeras de cambio.

El PP quiere monopolizar la manifestación contra la amnistía convocada en Madrid el 24 de septiembre. De momento se niegan a invitar oficialmente a Vox, deslizando que es un acto abierto a todo el que quiera. Los planes de Abascal pasan de momento por un gran desembarco en la manifestación convocada por Sociedad Civil Catalana en Barcelona, el 8 de octubre.

Para entonces ya se habrá dilucidado el camino de la investidura de Feijóo, aunque tanto PP como Vox parecen actuar ya pensando en una repetición electoral. La consigna de Vox hasta ahora era evitar desgastar a Feijoo hasta después del debate de investidura, pero la crisis en Extremadura lo ha cambiado todo. Ahora, Feijóo y Abascal parecen volver a tomar posiciones ante una más que probable repetición electoral con fecha 14 de enero.

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