
Aumenta la presión sobre el Gobierno para alargar la vida de las centrales nucleares
El apagón eléctrico ha rescatado el debate sobre la estrategia energética en España y Cataluña
El apagón eléctrico del 28 de abril rescató el debate sobre la estratégica energética en España. El Gobierno de Pedro Sánchez aprobó en 2023 el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que contempla el cierre de las centrales nucleares a partir de 2027. El apagón ha planteado dudas sobre la viabilidad de una transición tan agresiva.

El Gobierno aprobó este plan en consonancia con la tendencia europea y global hacia la descarbonización. Pero muchos países están revisando sus planes ante las nuevas evidencias científicas y el turbulento contexto geopolítico.
Nuevos estudios rebaten el dogmatismo verde y demuestran que la energía nuclear es tanto o más limpia que las renovables. Además está el riesgo de la dependencia energética en un contexto de guerras y desequilibrio mundial. El importante incremento de la demanda previsto para los próximos años hace también imprescindible contar con la nuclear.
La nuclear vuelve a estar de moda
Ante esta realidad, entidades nacionales e internacionales están aumentando la presión sobre el Gobierno de Pedro Sánchez. Empezando por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que advirtió a España sobre los riesgos del cierre nuclear. Recordó lo que le pasó a Alemania, que perdió soberanía energética y acabó hundiendo su industria.
También la CEOE, la patronal española, ha apelado a un gran acuerdo para alargar la vida de las nucleares. Los empresarios españoles ven esta fuente de energía como indispensable para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico.
Además, varios informes han apuntado en la misma dirección. Como el Informe Draghi sobre la competitividad europea, que recomienda a los países de la UE alargar la vida útil de sus centrales eléctricas. O el informe de la consultora LLYC, del exministro Jordi Sevilla, que también defiende la inversión en energía nuclear.
De hecho, las tecnológicas están apostando cada vez más por la inversión en la energía nuclear. En poco tiempo ha pasado de ser una fuente denostada a recuperar su prestigio como inversión de futuro. Por eso los empresarios piden a España que siga el camino de Alemania, Bélgica y Dinamarca, y revierta sus planes.
Cambio político y situación en Cataluña
Todos estos análisis parten de una misma premisa, que es la necesidad de la transición energética y las fuentes renovables. Pero en contra del fundamentalismo verde de la izquierda, hay un enfoque más realista. La energía nuclear es imprescindible para una transición energética viable, segura y asequible.
En España la orientación de los partidos políticos también está cambiando rápidamente. Formaciones que defendían la transición energética a ultranza como ERC y Junts, ahora coinciden en la necesidad de una rectificación. En el Congreso se han unido a PP y Vox para solicitar la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares.
La situación en Cataluña es aún más pronunciada por la alta dependencia de la nuclear y el poco despliegue de las renovables. En este sentido, Foro Nuclear, la asociación representante de las principales nucleares, está dando pasos. En las próximas semanas prevé solicitar formalmente la revisión del calendario del cierre nuclear.
Además, piden una revisión de la presión fiscal que se ejerce desde Cataluña hacia las nucleares. En Cataluña hay tres centrales nucleares (Escó I, Escó II y Vandellós II). Su cirerre, previsto para 2030-2035, supondrá un perjuicio para las familias y el entorno socioeconómico.
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