Así quiere eliminar Barcelona las sospechosas tiendas de móviles en Ciutat Vella
El Ayuntamiento ya aprobó la suspensión de nuevas licencias, pero ahora quiere ir un paso más allá
No son pocos los que llevan tiempo cuestionando la viabilidad de según qué tiendas en el centro de Barcelona. Es uno de los grandes enigmas respecto a estos negocios, digamos sospechosos, en el distrito de Ciutat Vella. ¿Cómo pueden ser rentables los establecimientos de carcasas de móviles, de souvenirs o de tratamientos de uñas en unas de las zonas más caras de la capital catalana?
Uno de los que se lo pregunta es, precisamente, el mismo Ayuntamiento. "Yo querría que me explicasen cómo se pueden pagar los alquileres de 5.000 euros en la calle Comptal o en la calle Santa Anna vendiendo carcasas de móviles", cuestionaba hace unos días Albert Batlle, concejal de Ciutat Vella del Ayuntamiento de Barcelona en una entrevista a la ACN. Desde hace tiempo, el consistorio ha puesto en su punto de mira estas sospechosas tiendas.
A principios de julio, el Ayuntamiento de la capital catalana ya aprobó la suspensión de nuevas licencias comerciales para este tipo de negocios. Los conocidos como 'growshops', tiendas de carcasas y accesorios de móviles, salones de manicura y pedicura, tiendas de souvenirs fueron objeto de esta regulación. Sin embargo, ahora el consistorio quiere ir un paso más allá.
Y es que suspender nuevas licencias evita precisamente esto: que no se abran nuevas tiendas. Pero, ¿qué pasa con las que ya están activas? Albert Batlle lo contaba sin tapujos en esta entrevista en la Agència Catalana de Notícies. "Pedimos también la implicación de, por ejemplo, de la Agencia Tributaria", desvelaba. La implicación de Hacienda ayudaría a descubrir si hay algo de ilícito en la actividad económica de estos establecimientos.
El objetivo de esta ofensiva contra estas tiendas es "eliminar" este tipo de negocio que "no aporta nada" a la ciudad. "¿Qué aportación tienen las tiendas de carcasas de móviles?", se pregunta."Tenemos que potenciar las actividades que consideramos que son necesarias", explicaba Albert Batlle.
El Ayuntamiento de Jaume Collboni tiene previsto darse dos años de margen para ver cómo regulan todas estas actividades. Y es que, consideran, que esta zona tensionada de Barcelona ha llegado al límite y este tipo de establecimientos serían, en gran parte, los culpables. "En cierto modo ha habido un punto y aparte y una cierta degradación de unas partes de Ciutat Vella y se trata de recuperar esto", señala Albert Batlle.
Poner fin a estos negocios es una de las metas del gobierno de Jaume Collboni, que se pregunta qué hay detrás de estas tiendas que "no aportan" nada a la ciudad y que han ganado terreno al comercio local en esta zona de la ciudad.
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