Artur Mas vuelve a coger la estelada

Todo empezó con Artur Mas. Fue un lejano 20 de septiembre de 2012, cuando el líder de una Convergència i Unió acechada por la corrupción, la crisis económica y las revueltas sociales, volvió de Madrid con el rechazo de Mariano Rajoy a un pacto fiscal para Cataluña. El entonces President de la Generalitat convocó elecciones al Parlament, y CiU se presentó por primera vez con la bandera del referéndum de autodeterminación.

Han pasado más de diez años, y a pesar de los fracasos y las frustraciones, del sufrimiento y la fractura social, Artur Mas persiste en la deriva. El expresident ha vuelto a coger la estelada en un momento crucial.  Aconseja a Junts fraguar una unidad independentista con vascos y gallegos para poner al Estado contra las cuerdas.

Oportunidad de oro del independentismo

En una entrevista en la cabecera procesista El Món, Artur Mas celebra el escenario salido de las elecciones del 23-J. “Hasta ahora Pedro Sánchez necesitaba un partido independentista catalán, y ahora necesita dos, ERC y Junts. El independentismo tiene la sartén por el mango, pero no un partido, sino el conjunto del independentismo”, afirma. 

El expresident lo ve como “una oportunidad de oro” para los independentistas catalanes, “pero también para los vascos y los gallegos”. Por un lado, pide que ERC y Junts recuperen la unidad estratégica para “plantar cara al Estado”. Por otro lado, anima a una alianza con los otros nacionalismos periféricos.

“El independentismo catalán tendría que pactar un marco común con vascos y gallegos para negociar con Pedro Sánchez y Sumar. La negociación para formar el Gobierno de España se haría con la plurinacionalidad y el plurilingüismo. Sería una imagen de una gran potencia”, defiende.

Pero también aconseja a Junts que espere, “que Sánchez primero se entienda con sus socios y luego empiecen a hablar con Junts”. Confía en que la dirección del partido y Puigdemont “sabrán aguantar la presión estoicamente”.

Artur Mas apuesta por 'jugar duro'

Mas dice que ha hablado muchas veces sobre esto con Puigdemont y que “no busca soluciones personales”. Advierte al PSOE de que esto va más allá de la situación de Puigdemont. “En Cataluña aún somos muchos los represaliados con procesos vigentes, y pedimos soluciones colectivas”. 

Artur Mas confirma así su deriva hacia el independentismo radical, que le ha llevado a romper con su antiguo partido, el PDeCAT, heredero de CiU. De hecho, durante la campaña pidió el voto para Junts y consideró un error que su partido se presentara. Ahora pide al independentismo que utilice su posición para seguir con su pulso al Estado.