Anna Navarro, la gran apuesta de Puigdemont que apunta a fiasco histórico

Carles Puigdemont ha dado la vuelta a su partido como un calcetín para presentar una “lista de país” con la que competir con el PSC y ERC en las elecciones catalanas del 12 de mayo. La estrategia consiste en presentar una candidatura personalista con Puigdemont como reclamo, y una combinación de activos políticos y referentes empresariales. En este sentido, su gran apuesta es la presentación como número dos de Anna Navarro, una ejecutiva del sector tecnológico que quiere representar la apuesta de Junts por el talento y la solvencia.

El partido de Carles Puigdemont presentó a Anna Navarro como su gran apuesta para estas elecciones, pero la candidata ha dado muestras de debilidad a las primeras de cambio. Los vídeos de sus ocurrencias son el hazmerreír en las redes sociales, y su perfil elitista rompe con la imagen de cercanía al pueblo que quería transmitir el expresident. Además, algunos medios especializados empiezan a cuestionar el verdadero liderazgo de Anna Navarro en el sector tecnológico que el partido lleva semanas vendiendo.

La pomposidad con la que Junts anunció la candidatura de Anna Navarro contrasta con su ausencia en los principales actos del partido. Su contribución se limita a algún acto suelto y a apariciones de dudoso prestigio que acaban generando más burlas que elogios. A estas alturas hay un consenso en torno al error de la elección de una candidata que más que un reclamo puede acabar siendo un fiasco para Carles Puigdemont.

La histriónica número dos de Puigdemont

Hija de una pintora y un ingeniero industrial, Anna Navarro (Olot, 1968) lleva tres décadas como ejecutiva del sector tecnológico en Silicon Valley y ha sido considerada como la mujer más influyente del mundo en este ámbito. Está casada, tiene cuatro hijos, habla cinco idiomas e intenta transmitir siempre la catalanidad en el mundo. Desde que formó su primera start-up en San Francisco ha dirigido equipos de las empresas más importantes del mundo, pero su experiencia en el sector contrasta con su inopia en la política.

En pocas semanas, Anna ha brindado ya algunas de las escenas más extravagantes de la campaña electoral catalana. Sin ir más lejos, fue muy criticada por presentar a su asistenta mexicana durante un directo desde su mansión de San Francisco. A la número dos de Junts le cayeron adjetivos como “pija”, y al partido acusaciones de querer gobernar Cataluña con el número uno en Perpiñán y la número dos en Estados Unidos.

También fue muy viral el vídeo de la candidata soltando un inquietante grito durante una de sus intervenciones en un acto electoral. Los usuarios de las redes sociales hablaron de “vergüenza ajena” y de “estupefacción” al ver las imágenes. Además, la ejecutiva recibió críticas por decir que los catalanes se quejan demasiado y por reconocer que le cuesta expresarse en catalán.

Discuten su liderazgo empresarial

Desde que fue nombrada, Junts ha insistido en un dato, y es que en 2020 fue designada la mujer con más impacto en el mundo de la tecnología por la revista Analytics Insight. A raíz de sus salidas de tono, algunas publicaciones especializadas han empezado a cuestionar el verdadero liderazgo de Anna Navarro. La revista Analytics Insight se presenta como pionera en inteligencia artificial y big data, pero al parecer no consta el número de lectores o de suscriptores y apenas reune 12.000 seguidores en Twitter (otras revistas como TechCrunch superan los 10,3 millones).

Además, la revista había publicado aquel mismo año varias listas de 10 y 100 mujeres influyentes cuyos nombres nunca se repetían. En ningún lugar aparecen los criterios para la designación, y resulta extraño que no aparezcan las ejecutivas de empresas punteras como Facebook o Microsoft, ni las académicas e investigadoras más reconocidas. Ante esto surge la legítima pregunta de si realmente Anna Navarro es la mujer más influyente de la tecnología como Junts proclama a bombo y platillo.

Algunos empiezan a plantear que Puigdemont puede haber cometido el mismo error que con la designación de Laura Borràs en pleno procés. La incorporación de figuras del ámbito social y empresarial no le ha salido muy bien de momento, provocando incluso un cisma dentro del partido. Por ahora no parece claro que Anna Navarro consiga el efecto que buscaba Puigdemont, que encara la recta final de la campaña con evidentes dificultades para dar el sorpasso a Illa y ganar las elecciones.