El anhelo de Feijóo de llegar a la Moncloa con Junts y el PNV, mucho más cerca
La política española se mueve hacia la apuesta de Feijóo de hace unos meses, algo que parecía imposible. Si Sánchez cae, un pacto entre las tres formaciones no es ya descabellado
La mayoría de analistas políticos tenían asumido que esta sería una legislatura convulsa. Cuatro meses después, ni el más osado podría haber imaginado lo sucedido. Pedro Sánchez encadena polémica tras polémica, votaciones que no salen, alianzas que crean crisis internas y elecciones perdidas. Ni un brote verde desde el 23 de julio, pocas esperanzas de una estabilidad que no está ni se la espera.
Nadie sabe cuánto va a durar la legislatura, pero creo que la mayoría ya ha asumido que el recorrido será corto. Quizás meses, como mucho un año. En el mejor de los casos para Pedro Sánchez, los partidos catalanes no lo dejarán caer hasta las elecciones al Parlament. Sin embargo, no parece que Junts espere tanto: si no vota a favor de los presupuestos, el Gobierno de coalición estará sentenciado.
La caída de Pedro Sánchez empieza a ser algo recurrente en la prensa de izquierdas y la procesista. Aquellos que deberían dar su apoyo a Moncloa, escriben sin tapujos sobre la tormenta -quizás definitiva- a la que se enfrenta el presidente del Gobierno. Y, cuando los tuyos marcan distancia y empiezan a modular su discurso, los hechos se precipitan. Que se lo digan a Ábalos, apestado ahora en el Grupo Mixto por quiénes eran sus compañeros de vida. Todos al suelo que vienen los nuestros, que decía Pío Cabanillas.
Feijóo, la cara de la moneda
Como cambian las cosas, pensará Alberto Núñez Feijóo. Su amarga victoria, el 23 de julio, trajo otra vez dudas en Génova y algunos cuestionaron su estrategia de acercamiento al PNV y a Junts. No es por menos, significaba para muchos normalizar a aquellos que te hicieron un pulso y fueron indultados por Sánchez.
La hoja de ruta de Feijóo era -y sigue siendo- controvertida. Mientras muchos le exigían que se acercara a Vox, quiso mantener la distancia, llevar al Partido Popular al centro e ir al País Vasco y Cataluña para explicar su modelo de España. Feijóo volvió a tender puentes con Junts y con el PNV, quizás consciente de que no llegaba a tiempo para el 23 de julio, pero visto como una inversión para el futuro.
Esta es la voluntad de Alberto Núñez Feijóo, que se ha visto reforzada tras las elecciones gallegas. Ayuso salió en público a felicitar al líder popular tras el resultado, así como Alejandro Fernández, una de las voces críticas con determinadas actitudes de Feijóo. Porque, parecía imposible, pero en pocas semanas, una estrategia que parecía encaminada al fracaso, es ahora más plausible que nunca.
El PP quiere acuerdos con Junts y el PNV
Las encuestas lo marcan, el clima político lo va justificando y las intenciones son claras: Feijóo busca el beneplácito de Junts y el PNV para poder gobernar en solitario cuando haya nuevas generales. Parecía una quimera, sin embargo, el contexto político varía con tanta rapidez, que ahora las cosas ya se ven diferentes.
De un lado, ni el PNV ni Junts acaban de sentirse cómodos con el Gobierno del PSOE y Sumar. Hay que tener en cuenta que sus rivales electorales, Bildu y ERC, son socios también de Sánchez, de modo que el contexto les ha obligado a competir con ellos. En el País Vasco, el PNV se ha desdibujado de tal forma que puede llegar a perder contra el partido de Otegi, mientras que en Cataluña, Junts ha regalado cierta centralidad a Esquerra durante demasiado tiempo.
Del otro, hay un componente ideológico. Tanto el PNV como Junts -o esto lo que parece que quiere volver a ser- deberían representar un centro moderado, más favorable a políticas que fomenten la competitividad que a una economía basada en los impuestos y las ayudas. No es ninguna novedad: AItor Esteban o Jordi Turull son más cercanos a Feijóo que a Yolanda Díaz.
Los dos escollos a superar para llegar a un acuerdo
¿Si esto es así, por qué no hay aproximación verdadera entre el PP, Junts y el PNV? Sencillo, por Vox y por la situación personal de Carles Puigdemont. En un año electoral, los partidos nacionalistas no querían una foto al lado de Santiago Abascal, más cuando por primera vez el PNV podría quedar segundo. Sin embargo, si Sánchez cae y se convocan nuevas elecciones, el contexto puede ser muy distinto.
La crisis interna de Vox y la situación de Pedro Sánchez deberían permitir a Feijóo un resultado mejor y sacar tajada a PSOE y Abascal. Algunas encuestas ya marcan que el PP podría gobernar en solitario y obtener la mayoría con acuerdos con el PNV y Junts.
Además, fue el mismo líder popular quien filtró la oferta a Puigdemont para ser indultado. Es cierto que no sería sencillo de explicar, pero viendo las dificultades para sacar adelante la ley de amnistía, no es nada descartable.
España se mueve -políticamente hablando- tan rápido, que al final Alberto Núñez Feijóo quizás tenga razón en su estrategia. Y parecía imposible.
Más noticias: