Aliança Catalana ya se expande por Cataluña
Los identitarios anuncian la creación de un nuevo núcleo
Aliança Catalana ha irrumpido en el panorama político catalán para romper los esquemas. Se definen así mismos como independentistas e identitarios, y su meta es acabar con el procesismo para culminar la liberación nacional. Su compromiso con la declaración unilateral de independencia y su discurso antiinmigración cuenta cada vez con más adeptos.
La victoria de Sílvia Orriols en Ripoll ha sido el trampolín para la difusión de las ideas de Aliança Catalana y su crecimiento territorial. Ahora han anunciado su implantación en Tarragona: “AC continúa el enraizamiento territorial para ser la fuerza que pueda salvar Cataluña del mal gobierno de Pere Aragonès”.
El éxito de Aliança Catalana se debe a su planteamiento desacomplejado de los problemas que preocupan a la gente. Orriols ha confirmado su intención de aprovechar el tirón para presentarse a las próximas elecciones catalanas. Una decisión que podría quitar un buen puñado de votos a ERC y Junts.
AC se expande por Cataluña
Tras el éxito en Ripoll, Aliança Catalana recibió una avalancha de peticiones de adhesión y para crear nuevos núcleos. El partido se extiende en el territorio catalán con el fin de acabar siendo la fuerza hegemónica del independentismo. El último ha sido el núcleo de Tarragona, con unos cuarenta militantes.
El independentismo identitario
Aliança Catalana compite en el espacio del independentismo identitario con otras fuerzas como el Front Nacional de Catalunya (FNC). El Frente empezó su actividad en 2013 con propuestas radicales para frenar la inmigración y restaurar el orden en Cataluña. En 2020, Sílvia Orriols rompió con el FNC y fundó Aliança Catalana.
AC y el FNC conviven con otra formación catalana identitaria, Som Identitaris, heredera de la Plataforma per Catalunya de Josep Anglada. En este caso, sin el sello independentista, Som centra su discurso en el combate contra la inmigración. En la órbita de la extrema derecha españolista se encuentra también Vox.
Mientras que Som Identitaris tiene aún un peso residual, AC y FNC han conseguido crecer y gobiernan ya en dos ayuntamientos. Vox también ha experimentado un salto cualitativo en las últimas elecciones. En todo caso, el crecimiento de Aliança Catalana se nutre de la crisis del procesismo.
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