Alberto Núñez Feijóo, el otro perdedor de la DANA
El dirigente popular ha perdido otra oportunidad para ganar peso ante el Gobierno de Pedro Sánchez
La DANA ha dejado al descubierto la realidad de la política española ahora mismo: un Gobierno central extremadamente debilitado e incapaz de hacer frente a una crisis de esta magnitud, y una oposición de barro incapaz de mostrar una alternativa real.
Pedro Sánchez ha sabido dar la vuelta a la sensación de improvisación y lenta reacción de su Gobierno en las horas posteriores a la tragedia. Con el paso de los días, el peso de la culpa ha recaído sobre un gobierno valenciano al que incluso la cúpula del PP, con Feijóo al frente, ha acabado abandonando. En Génova consideran que ha sido un error apoyar a ciegas al presidente de la Comunidad Valenciana, y han cambiado de estrategia para pedir al Gobierno central que asuma el mando único.
El PP mata así dos pájaros de un tiro. Por un lado se distancia de Carlos Mazón, cuya figura está ya por los suelos, y por el otro carga toda la responsabilidad sobre el Gobierno del PSOE. Pero Feijóo ha subestimado una vez más a Sánchez, que ha dado un golpe encima de la mesa este martes anunciando un primer paquete de ayudas de 10,6 millones de euros para los afectados de la DANA.
Otra oportunidad perdida
El balance de la guerra política abierta tras la catástrofe vuelve a dejar en mal lugar al líder del PP. Primero cerró filas con Carlos Mazón arremetiendo contra la AEMET y el Gobierno central, para luego, en una comparecencia este lunes, contradecir a Mazón y pedir el mando único del Gobierno central en la crisis. Si el PP tenía estos días una oportunidad de oro para demostrar a los españoles que hay una alternativa a Sánchez, Feijóo la ha arruinado una vez más con sus vaivenes y su indecisión.
La comparecencia de este lunes ha descolocado a muchos dentro de su propio partido, que vuelven a desconfiar de la capacidad de liderazgo de Feijóo. Tampoco es baladí la ruptura de Génova con el PP valenciano, que fue clave en el revolcón electoral del PP al PSOE el 28 de marzo del año pasado. Aunque a priori el PSOE tenía todas las papeletas para salir perdiendo en esta crisis, parece que quien acaba saliendo más debilitado es el PP.
A muchos dentro del partido se les está empezando a acabar la paciencia con Feijóo, que no ha sabido aprovechar ninguna de las oportunidades para acabar con Pedro Sánchez.
Da la razón al PSOE
Una de las claves de la guerra política PSOE-PP es que Carlos Mazón se ha negado hasta ahora a ceder el mando operativo al Gobierno central.
Sánchez lo ha utilizado como excusa para justificar la lenta reacción del despliegue militar y de efectivos. Al pedir la emergencia nacional, este lunes, y por lo tanto que el Gobierno central asuma el mando operativo único, Feijóo no solo contradice abiertamente a Mazón sino que también da la razón al PSOE.
En su cambio de estrategia, Feijóo ha rebajado también la hostilidad hacia el Gobierno de Pedro Sánchez apelando a la unidad y rechazando las críticas. Los sectores más duros del partido creen que ha perdido otra oportunidad de demostrar arrojo e iniciativa ante la debilidad del Gobierno. Tampoco entienden que el PP ponga ahora el foco sobre las agresiones, lo cual secunda en parte el victimismo del PSOE y su relato sobre los ataques de la extrema derecha.
Con sus volantazos y una manifiesta indefinición, Feijóo alimenta aquellas críticas que dicen que todos los partidos son iguales. En Génova sostienen que ahora es el momento de tener sangre fría y demostrar responsabilidad de Estado, pero otros sectores temen haber perdido la mejor oportunidad para mostrar una alternativa al PSOE. Y otra vez quien vuelve a quedar señalado es Alberto Núñez Feijóo.
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