Albert Boadella:'Pere Aragonès es una figura medio borrosa que no da ni para una obra'
El dramaturgo catalán atiende a E-Notícies para hablar de la decadencia en el mundo educativo y también de la actualidad política en Cataluña y España
El nacionalismo catalán lleva tiempo señalando a Albert Boadella como uno de sus principales enemigos. Ya sabemos que, cuando un catalán se desmarca de la línea oficial, rápidamente es repudiado. Y el caso de Boadella, una de las mentes más lúcidas de Cataluña, es más que evidente. El dramaturgo, escritor, actor y director ha atendido a E-Notícies, en un nuevo capíto de[E-N]trevistas, no solamente para hablar de política, sino para comentar algunos de los aspectos que han ayudado al proceso de degradación de nuestra sociedad.
Tras publicar hace casi dos años 'Joven, no me cabree' (con un excelente prólogo de Cayetana Álvarez de Toledo), este libro es más vigente que nunca porque señala y denuncia varios elementos que explican, por ejemplo, el porqué de los nefastos informes PISA sobre la educación en Cataluña y el resto de España. El más evidente es la falta de respeto hacia la figura de la autoridad (algo de lo que culpa a su propia generación). Con él también hablamos de la izquierda política, de Pedro Sánchez, de Carles Puigdemont y de Pere Aragonès, entre otros muchos temas.
'Ha habido una destrucción casi compulsiva de la autoridad'
Tanto en su libro como en la entrevista, Albert Boadella avisa de las "graves consecuencias" de las nuevas formas de enseñar a los niños. "Ha habido una destrucción casi compulsiva de la autoridad. Ahora el niño se ha convertido en el rey de la casa, no admite corrección y se cree que el mundo es suyo. No hay forma de domarlo, no se le enseñan los límites de la libertad".
#008 ENTREVISTA Albert Boadella: "Se ha destruido el concepto de autoridad"
Y una prueba de ello son los resultados del reciente informe PISA, que no duda en calificar de "trágicos". Sobre todo, en Cataluña, que históricamente "habíamos exportado cosas formidables al conjunto de España" en cuestiones pedagógicas. Sin embargo, el director de teatro cree que ahora "hemos exportado un cierto caos ideológico" y que "en los últimos años, de Cataluña no han salido las mejores ideas pedagógicas". "A lo mejor los alumnos salían más bien preparados en matemáticas o geografía en la época de la dictadura que ahora", expone.
En cualquier caso, él no pierde la esperanza en este sentido. "Espero que la naturaleza ponga las cosas en su sito y que existan unas nuevas generaciones que se rebelen contra eso. Yo en eso creo mucho, que habrá una generación que dirá 'oiga, a mí enséñeme matemáticas y déjese de cachondeos'".
'La progresía es una salida por la tangente de la izquierda, una huida hacia adelante'
En la entrevista, Albert Boadella se ha mostrado muy crítico con la izquierda. O como le gusta llamarle a él, "progresía". El actor y director defiende que "la progresía es una salida por la tangente de la izquierda, una huida hacia adelante. La derecha ha asumido la mayor parte de los postulados de la izquierda, como la sanidad pública, la educación pública o las ayudas a los parados. Se han encontrado sin nuevas ideas y entonces han tenido que tirar mano de invenciones y ocurrencias para diferenciarse de lo que ellos llaman derecha. Y han empezado a legislar auténticas ocurrencias, algunas de ellas de alto riesgo, como la historia de los cambios de sexo, que tiene aspectos muy arriesgados, sobre todo en la parte infantil". De hecho, afirma que "la izquierda se ha aprovechado del obrerismo y de las clases más desfavorecidas".
Por este motivo reivindica conceptos como "conservador" o "reaccionario". "Cuando me dicen que soy un poco facha, me lo tomo bien porque me parece que voy por el buen camino. Se trata de tener un respeto al pasado". Eso sí, también deja claro que, lo que ahora se llama conservador o reaccionario, en muchas ocasiones se ha convertido "en transgresor". Y pone de ejemplo que "educar a un niño bajo unos conceptos sensatos de disciplina y tiempo, ahora es considerado transgresor e incluso podría ser hasta delictivo".
Carles Puigdemont y Pedro Sánchez
Albert Boadella se muestra convencido de que "veremos a Puigdemont" de nuevo en España. Básicamente porque "es el camino que se está promoviendo desde el Gobierno". El escritor se muestra muy crítico con Pedro Sánchez porque su apuesta por permitir el retorno de Puigdemont se debe "a la peor de las razones. No lo hace desde el convencimiento, sino por intereses electorales". Según el actor y director, Pedro Sánchez "es la representación de la amoralidad, que es lo peor que podemos tener en un gobierno. Puedes tener una moralidad incluso ultra, pero no moverse con el único interés de seguir en puestos de poder".
'Pere Aragonès es una figura medio borrosa que quizás da para un 'sketch', pero no para una obra'
Respecto a la situación en Cataluña, Boadella no es demasiado optimista. "Sigue habiendo una proporción importante de ciudadanos que son separatistas y que les une el odio a todo lo español", afirma. Un odio que "se promueve desde la Generalitat". De cara a las próximas elecciones en el Parlament, tampoco tiene demasiada esperanza. "El Parlament quizás no será separatista, pero ¿qué habrá? ¿El PSC? Al PSC ya le hemos visto apoyar al nacionalismo", recuerda.
Eso sí, confía en que tarde o temprano habrá "una nueva generación que va a decir '¿en qué berenjenal me habéis metido? ¡Dejen de adoctrinarme!". Y, después de esto, "habrá un juicio como el de Nuremberg para todos esos políticos que han llevado a Cataluña hasta este estado de descomposición. Se van a rendir cuentas morales sobre lo que han hecho" en los últimos años.
Aún hablando de política catalana, cuando le pregunté a Albert Boadella si Pere Aragonès daría para hacer una nueva versión de su conocida obra satírica con Jordi Pujol, 'Ubú President', el dramaturgo lo tiene claro. "No. Para hacer una buena sátira, necesitas material suficiente del adversario al que quieres satirizar. Pujol, por encima de los desmadres que podía haber tenido, tenía un carácter, un convencimiento y una moral, aunque yo sea totalmente contraria a ella. Pero esa figura medio borrosa como el actual president, quizás da para un sketch, pero para una obra, no".
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