Montaje agresor metro Barcelona
POLÍTICA

El agresor múltiple del Metro de Barcelona ya había agredido a otras mujeres antes

Dos víctimas han denunciado a Koudid Souheib, que acumula otros cinco antecedentes penales por robos y hurtos


Se confirma lo que venían apuntando algunas informaciones extraoficiales sobre el agresor del metro de Barcelona. Koudid Souheib, en prisión provisional por agredir a una decena de mujeres la semana pasada, ya había actuado anteriormente. Dos mujeres han denunciado agresiones por parte de este sujeto en octubre y en diciembre del año pasado.

El agresor, de 30 años y de origen magrebí, se encuentra en prisión provisional y sin fianza por la agresión múltiple cometida el viernes 9 de febrero en la línea 5 del metro, en Camp de l’Arpa (distrito de Sant Martí). Tres de las mujeres golpeadas ese día le han denunciado. Ahora han hecho lo mismo otras dos mujeres, que fueron agredidas en octubre y diciembre en el barrio de Sants de Barcelona.

Mientras, el Govern sigue guardando silencio sobre la agresión que ha puesto encima de la mesa la urgencia del problema de la inseguridad. Los medios catalanes afines endulzan la información, ocultando el origen del agresor y subrayando su supuesta enfermedad mental. Una curiosa enfermedad mental que le lleva a agredir únicamente a mujeres.

Koudid, magrebí y multirreincidente

Dos mujeres que ya habían sido agredidas anteriormente por este sujeto lo reconocieron en las imágenes de las cámaras de seguridad, y lo han denunciado. Con estas ya son cinco las denuncias que pesan sobre este hombre de origen magrebí, que tiene cinco antecedentes por robos y hurtos. Esto plantea serias dudas sobre el funcionamiento de un sistema incapaz de proteger a los ciudadanos de estos delincuentes.

Hay que recordar que tras cometer la agresión del metro, el hombre fue identificado por la policía y liberado al instante. Las imágenes se viralizaron rápidamente, y la indignación se apoderó de miles de personas. Al ver la reacción social, se ordenó la detención del sujeto y su inmediata entrada en prisión.

Ahora se confirma que el agresor es un multirreincidente, y que a pesar de los antecedentes que acumulaba campaba libremente a sus anchas. Esto ofrece a estos delincuentes un ecosistema de confort en el que pueden actuar impunemente. Mientras, cada vez más personas afirman cambiar de hábitos por el miedo a ser víctimas de una agresión.

Inseguridad en el metro de Barcelona

Barcelona se ha convertido ya en la segunda capital europea con más robos, solo por detrás de Bruselas. Así lo confirman los últimos datos de Eurostat, que retratan la rápida degradación de la capital catalan. La que un día fue una ciudad moderna y polo económico mundial, ahora es uno de los paraísos de la delincuencia.

Un reflejo de la degradación de la ciudad es el metro de Barcelona, convertido en un pozo de delincuencia e incivismo. Robos, agresiones, consumo de drogas, sexo en público, todo vale en ese submundo donde ya no gobierna el imperio de la ley. Basta con echar una ojeada a las redes sociales para encontrar toda clase de delitos.

Ante esta situación, los ciudadanos han dicho basta y exigen a los gobernantes medidas inmediatas para garantizar la seguridad. De momento, ante la agresión del metro, toda la respuesta del Govern fue poner un teléfono a disposición de las víctimas. Esto siembra la indignación entre quienes creen que efectivamente en Cataluña hace tiempo que ha dejado de imperar el imperio de la ley.

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