Tres Mossos d'Esquadra de espaldas, dos de ellos cogiendo a una joven que se hace la herida en el simulacro antiterrorista hecho en la estación de Sants

POLÍTICA

Acusan a los Mossos de 'xenófobos' por lo que hicieron en el simulacro de atentado

El terrorista del atentado simulado, considera la sectorial de la 'procesista' ANC Bombers de Catalunya, no debió ser un islamista

Le preguntaba una de sus enamoradas a Bécquer, hace más o menos unos 150 años, qué era la poesía. El genio, utilizando una célebre sinécdoque, explicaba que la pregunta se la hacía la afortunada mientras clavaba en él “su pupila azul”. Él, pobre infeliz, sólo acertaba a decirle que, si algo era poesía, era ella.

En aquel entonces, si la policía de la época –o lo que existiera- hubiese organizado un simulacro de atentado, el protagonista hubiera sido un anarquista y nadie se hubiese escandalizado. Esta pasada semana, quien organizó tal simulacro fueron los Mossos d’Esquadra.

El protagonista, claro, fue un terrorista islamista. Muchos, por aquello de hacérselo venir, se preguntaron qué era la xenofobia, pero, en lugar de clavar sobre nadie ninguna pupila azul, clavaron su mirada llena de prejuicios sobre la policía. Por lo visto, organizar un simulacro de atentado en 2023 y hacer protagonista del mismo a un terrorista musulmán es xenofobia. Y, sí, parafraseando a Bécquer, xenofobia, parece, es cualquiera que no se escandaliza ante lo obvio.

¿Quién piensa así?

Alguien que, de entrada, no entiende que, del mismo modo que en los 80 el simulacro lo hubiese protagonizado un etarra, ahora lo normal es que lo protagonice un islamista. ¿Por qué? Pues porque un simulacro se organiza para entrenar a alguien ante una situación posible. La situación, en consecuencia, debe ser lo más parecida a la realidad que se pueda.

Hoy, por desgracia, el más probable protagonista de un atentado es un terrorista islamista. Y no por xenofobia: lo es por simple estadística. Twitter, que todo lo aguanta, ha recogido opiniones en otro sentido. Una de ellas, ahí es nada, es la de Bombers per la República. Los citados bomberos, hay que decirlo, se hacían eco de un tuit del director de Idària SCCL, el consultor de proyectos “del tercer sector” Karim Sabni El Garraf.

¿Y quién son esos bomberos?

En realidad, y así lo explican en su Twitter, son la “sectorial” de “Bombers, Emergències i Seguretat” de, ahí queda todo claro, “l’Assemblea Nacional Catalana”. Un simple vistazo a su timeline evidencia qué es lo que les preocupa. Sus cinco últimos tuits versan sobre Valtònyc, el aniversario del desalojo del Cine Princesa de Barcelona y el supuesto racismo institucional que palpita en el simulacro de la estación de Sants. A ver si al final va a resultar que poesía, en realidad, son ellos.