Acció Climàtica, otro fiasco de ERC
La consejería albergó cinco secretarías, once organismos y una empresa pública, pero dos años después sigue sin dar resu
El Govern de la Generalitat ha respondido a la crisis de los agricultores cambiando el nombre de la Consejería de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural. A partir de ahora, el departamento que dirige David Mascort incluirá una mención a la agricultura o la payesía. No se trata solo de un cambio estético, sino el principio del desmantelamiento de una estrategia que no ha acabado de funcionar.
La Consejería de Acción Climática fue una apuesta de ERC cuando Pere Aragonès asumió la presidencia de la Generalitat. Su intención era aglutinar oficinas y departamentos de medio ambiente y agricultura con la emergencia climática como prioridad. En la práctica ha supuesto la supeditación de las competencias de agricultura, antes integradas en el departamento de Territorio, a las cuestiones medioambientales.
La Consejería liderada por Teresa Jordà pasó a albergar cinco unidades directivas y once organismos autónomos entre agencias, consejos e institutos. El departamento se convirtió en una superposición de secretarías que incluía Acción Climática, Alimentación, Agenda Rural y Política Marítima. Dos años después de su creación, los resultados brillan por su ausencia y la crisis del campo es la mejor demostración.
Acción Climática, otra ocurrencia de ERC
La Consejería de Acción Climática fue otra ocurrencia de ERC que se ha revelado como un fiasco. Su creación sirvió solo para acumular estructuras de poder en un difuso entramado que restó eficiencia a las distintas áreas que pretendía unificar. Los agricultores, cansados de ser siempre el segundo plato, han conseguido ahora que sus demandas vuelvan a ser tenidas en cuentas.
La consejería no sirvió para invertir en la prevención de la sequía ni para frenar la crisis climática, pero sí al menos para encumbrar la figura de Teresa Jordà. ERC premió a la consejera con el segundo puesto en las listas al Congreso. Ahora han estallado las dos crisis (sequía y agricultura) que evidencian la dejadez de este departamento que acumulaba un puñado de oficinas, agencias e institutos pero pocas ideas buenas.
Otro legado de la consejería de Jordà fue la creación de la empresa energética pública de Cataluña. Sus funciones principales tenían que ser la creación de energía a partir de las renovables, el aprovisionamiento energético del sector público y el impulso de las comunidades energéticas. A día de hoy aún no saben exactamente en qué consisten sus labores y cuáles han sido los resultados.
Más peso para agricultores y ganaderos
Las presiones del campo han conseguido que dos años después la Consejería de Acción Climática recupere el título de Agricultura, Ganadería y Pesca. Además, los agricultores han conseguido que se limiten las restricciones de agua al campo, impuestas por la sequía. Los payeses tendrán más representación en la Agencia Catalana del Agua para una mayor sensibilidad en la toma de decisiones hacia el sector primario.
Estas cesiones han conseguido aplacar los ánimos de los agricultores y ganaderos, que llegaron a bloquear Barcelona en el culmen de sus protestas. La Generalitat ha aumentado la previsión de gasto para apoyar el sector en los presupuestos de 2024. Un cambio de rumbo que evidencia la improvisación del Govern y la eficiencia de la consejería creada hace dos años.
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