12M: (casi) las mismas caras de 2021, todo distinto
Casi la totalidad de candidatos repiten en estas elecciones, algo inaudito en la última década en Cataluña. Ahora bien, el contexto político es totalmente distinto
Casi tres años después, los catalanes volvemos a votar en unas elecciones al Parlament de Cataluña. Nos parece un mundo, acostumbrados a hacerlo cuatro veces en los últimos nueve años. El Procés ha sido una trituradora de líderes: en 2012 se presentaban Artur Mas, Pere navarro, Oriol Junqueras, Alicia Sánchez Camacho, Joan Herrera, Albert Rivera y David Fernández. Tres años después, en 2015, Raül Romeva era el número uno de Junts pel Sí y competía contra Iceta, Inés Arrimadas, Lluís Rabell, García Albiol y Antonio Baños.
Para que vean la magnitud de la tragedia: en 2021 no repitió ninguno de los candidatos que lo hicieron en 2017. El Procés se lo cargó todo, también a una clase política que, o bien era inhabilitada, hacía el salto político a Madrid o dejaba la política por hartazgo. Por suerte, parece que algo ha cambiado con respecto a eso. Si miramos atrás y cogemos como ejemplo las elecciones de 2021, vemos que seis de los ocho candidatos que obtuvieron representación repiten.
No lo hace la CUP, que ya es una norma, ni Junts, aunque a efectos prácticos tiene el mismo número uno: Carles Puigdemont. Hemos puesto en la foto a Laura Borràs, que fue quien ejerció el papel y quien hubiera sido presidenta de haber ganado a Esquerra. También hemos tachado a Àngels Chacón (arriba a la derecha), que se presentó por el PDeCAT, partido que ya no existe. Si aceptamos pulpo como animal de compañía, pues, vemos que los liderazgos políticos en Cataluña se han reforzado y se rompe la dinámica de la última década.
Mismos candidatos, ¿contexto muy distinto?
Una cosa es que repitan los mismos rostros y la otra que el contexto sea el mismo. Todo el mundo daba por hecha la mayoría independentista en 2012 y así fue: llegaron a un acuerdo para hacer president a Pere Aragonès, aunque costó. Este escenario parece casi imposible ahora mismo. Primero de todo porque es complicado que ERC, Junts y la CUP lleguen a los 68 diputados y, además, que se entiendan. Hará falta ver también cómo incide la promesa de Puigdemont de volver si suma mayoría, algo que no sucedió en 2021.
Las relaciones están prácticamente rotas entre los procesistas. El objetivo es ver quién queda primero para dar las culpas al otro de la imposibilidad de llegar a un acuerdo, mientras se intenta pactar con el PSC. O esto, o un bloqueo electoral que no es nada descartable.
En cambio, Salvador Illa sí que tiene, ahora mismo, opciones reales de ser president. Sus perspectivas electorales son mayores y si queda fuera de la Generalitat será una sorpresa. Podría, además, mirar hacia el procesismo -como hacen los socialistas en Cataluña- o hacia el otro lado. Porque el otro gran cambio viene en el constitucionalismo, donde el PP de Alejandro Fernández podría dispararse hasta los 15 diputados. La pugna con VOX está servida, que fue la sorpresa en 2021 y que ahora quiere confirmar que tiene una bolsa de votantes fieles. Todo parece indicar, además, que Ciudadanos intentará volver a estar presente al Parlament, donde ahora tiene 6 diputados, aunque lo tiene muy difícil.
El contexto tampoco parece demasiado favorable para los Comuns y la CUP, aunque en 2021 ya sacaron resultados flojos. Los anticapitalistas sumaron 9 escaños, mientras que los Comuns 8. Aun así, parece claro que la CUP, con Laia Estrada, bajará y los de Albiach van a sudar para mantener las mismas sillas.
Ahora bien, si en 2021 el PDeCAT se quedó fuera, parece que Sílvia Orriols y Aliança Catalana podrían entrar en el Parlament. Algunos sondeos los sitúan entre el 2,4 y el 3,5% y obtendrían diputados a partir del 3%. Cataluña ha cambiado en tres años y vamos a ver si este giro social se traslada también en las elecciones del 12 de mayo.
Las elecciones al Parlament de Catalunya son en poco más de 40 días y saldremos de dudas. Repiten los mismos que hace tres años, pero los resultados serán distintos, porque Cataluña ya no es la misma. El día 12 veremos hasta qué punto ha cambiado.
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