Todos los caminos llevan a Sánchez
l auténtico nexo de toda la corrupción que, hoy en día, rodea al PSOE es Pedro Sánchez
Durante muchos días los periodistas hemos hablado del comisionista Víctor de Aldama, desde hace unos días en libertad condicional, acusado de varios delitos, como el nexo de la corrupción socialista que hace temblar los cimientos de la política española. Pero creo que deberíamos empezar a hablar en estos términos del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. El auténtico nexo de toda la corrupción que, hoy en día, rodea al Partido Socialista Obrero Español.
En su casa (la esposa y el hermano imputados); en el Gobierno (el exministro de Transportes y su asesor imputados, y otros cargos de alto nivel de la administración actual a un paso de serlo), y en el PSOE (el secretario de Organización actual, en el punto de mira del Tribunal Supremo). Todos ellos, Begoña Gómez, David Sánchez, José Luis Ábalos, Koldo García, Carlos Moreno, Pilar Sánchez Acera, Óscar López y Santos Cerdán, tienen una persona en común con mucho poder que no es Aldama, es Pedro Sánchez.
Hace muchos años, muchos, creo que ni siquiera había nacido yo, que no veíamos tantos casos de corrupción juntos en un mismo espacio de tiempo alrededor del Gobierno y el principal partido que lo sustenta. Quizás habría que remontarse a la época de Felipe González. Porque sí, la Gürtel o los ERE fueron dos casos importantes, pero ahora estamos hablando de tres casos diferentes con cosas que nunca habían pasado: la mujer del presidente haciendo negocios en la Moncloa, ministros aprovechándose de una pandemia y un fiscal general filtrando datos de un ciudadano para beneficiar a su amo político.
El deseo de Pedro Sánchez es seguir al frente del Ejecutivo hasta, al menos, 2027, cuando finalizará la actual legislatura. Y que eso pase dependerá, mayoritariamente, del deseo de un fugitivo de la justicia como es Carles Puigdemont. Junts, que no tiene nada que ver ideológicamente con el PSOE, es quien puede mantener a Sánchez en el poder o hacerle caer.
Y estoy seguro de que le facilitarán la estancia en la Moncloa el tiempo que lo desee, haciéndole pagar caro, muy caro, el alojamiento en la residencia oficial. Veremos hasta dónde son capaces de llevarlo. Y comprobaremos, con esto, la utilidad de la estrategia de Junts en Madrid.
Pero, de la misma manera que mantenerse en el poder a partir de la voluntad de Junts nunca puede ser un buen negocio, sobre todo para la estabilidad de uno mismo, todo lo que falta por conocer de los casos de corrupción a su alrededor que se están investigando le harán la vida muy difícil al presidente de España. Puede aguantar hasta 2027, sí, basta con leer su 'Manual de Resistencia' para saber cómo una persona sin escrúpulos ni valores antepone el poder a, incluso, su propia salud física y mental. Pero no le será fácil, a menos que siga utilizando las herramientas del Estado para su beneficio propio, seguir mandando con cierta tranquilidad.
Y es que, a diferencia de lo que dice el refrán, no todos los caminos llevan a Roma. Los de la corrupción en España, ahora mismo, todos tienen un mismo destino final: Pedro Sánchez - Pérez Castejón. ¿Lo veremos, tarde o temprano, sentado frente a un juez?
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