El sanchismo: la descomposición

Esta semana hemos podido gozar del espectáculo de la votación de los famosos decretos del 'Yolisanchismo' de Invierno, gracias al que hemos podido constatar que:

- Míriam Nogueras sigue enfadada, aunque ya no se sabe con quién (¿con el gobierno que ellos invistieron?) ni por qué (si hasta les están pagando los cafés en el bar del Congreso). La Nogueras y su grupo han decidido a veces votar a favor, a veces en contra y a veces retirarse al camerino a verlas venir, dejando que el PSOE se reboce en su infamia. Quién podría escoger un mejor socio.

- Los de Junts han conseguido unas fantasmales "competencias sobre inmigración" sin pensar que las gestionará Esquerra Republicana del Califato, de modo que seguramente veremos talleres sobre Feminismo Anticapitalista y Matrimonio Infantil, o charlas de los de Hamás sobre aborto posnatal de bebés occidentales.

- El PNV, como siempre, va mojando el pan en todas las salsas.

- Los de Podemos, desde su minúscula histeria, han decidido emplear los últimos restos de su maldad sarracena en despeinar a Yolanda Díaz, arruinándole los decretos como si estuvieran practicando el tiro al plato. Esto significa que Bolaños tendrá que dedicar parte de su Agenda Felatoria también a los Iones Negativos, para deleite del aficionado.

- Feijóo dice que va a convocar otra manifestación, dado que, como es sabido, este hombre en las calles es un ciclón imparable. Se espera que esta vez pongan dos DJ en vez de uno, redoblando la presión.

- Los de Vox están entretenidos presentando enmiendas sobre la tauromaquia en los parlamentos regionales y, como que no pueden hacer dos cosas a la vez, han pospuesto la salvación de España hasta que Ortega-Smith vuelva a salir a la calle a reñir policías.

- Los de Bildu van ganando por goleada, cabalgando las olas, repartiendo caramelos y tuteando a los periodistas. No se había visto a nadie tan cómodo desde que Jesús Gil se metió en el jacuzzi con las chicas de Telecinco.

Este va a ser, por lo visto, el tono gallináceo de la legislatura, animada desde fuera con Biden y sus guerras (ahora bombardea Yemen, por qué algo hay que bombardear) y desde dentro por los discursos empoderantes de Jenni Hermoso. Dicen que Sánchez ya busca una salida en la UE, seguramente con la intención de amnistiar a quien se ponga por delante, todo sea por la convivencia, el pluralismo y la diversidad. El problema es que a nosotros nos tocará limpiar los restos de su fiesta.