Montaje de Pedro Sänchez con Jordi Pujol detrás
OPINIÓN

Sánchez se marca un ‘Jordi Pujol’

Ni los votantes socialistas son sociológicamente ‘pujolistas’ ni las tácticas de Pujol evitaron su caída final

Pedro Sánchez sigue el camino de uno de los grandes referentes de Salvador Illa, Jordi Pujol, y ha decidido seguir su táctica para evitar que la Justicia y los medios de comunicación metan las narices en los negocios de su señora, Begoña Gómez, que de momento chapotean en la categoría de “presuntos”, y ahí se van a quedar si un magistrado no demuestra lo contrario. Y una buena manera para echar una mano para que no se profundice demasiado en la investigación es la vía Pujol a la impunidad, que le dio al entonces ‘president’ un par de décadas de hegemonía total sobre la política catalana.

¿Recuerdan el ‘caso Banca Catalana’, un escándalo económico de apariencia bastante sospechosa, pero al que Jordi Pujol le dio la vuelta al convertirlo en un “ataque contra Cataluña”? El envolverse con la ‘senyera’ para tapar este embrollo financiero sirvió para que el entonces todopoderoso Felipe González se achantara y el PSC escondiera la cabeza bajo el ala, para evitar recibir insultos como “botiflers” o “traidores” por parte del entorno político más corrupto (y ahí están las sentencias judiciales para demostrarlo) de la historia reciente de Cataluña, el convergente.

Imagen de Pedro Sánchez con su mujer Begoña Gómez, los dos sonriendo y muy cómplices

Insisto, lo de Begoña sigue siendo “presunto”, pero ya está su amante esposo, profundamente enamorado, sacando la bandera de España para intentar tapar los negocios – de momento, presuntamente legales – de su señora. Así, una presunta acusación – no se citó su nombre de manera explícita – del presidente Milei a los negocios particulares de una particular se convirtió en un ataque a la soberanía española. Caramba.

Me hubiera gustado que Pedro Sánchez hubiera actuado igual cuando al jefe del Estado, Felipe VI, se le ha atacado desde los púlpitos políticos de otros países. Claro está que Sánchez no está “enamorado” del monarca. Por suerte para Don Felipe, porque viendo como el líder del PSOE usa a su mujer como cortina de humo, Su Majestad se ha librado de una buena.

Esta nueva tendencia socialista de usar a Pujol como referente en lo político (Salvador Illa) y en lo táctico (Pedro Sánchez) puede dar resultados a corto plazo, pero a medio y largo plazo será letal. Ni el grueso de los votantes socialistas son sociológicamente ‘pujolistas’ ni las tácticas de Pujol evitaron su caída final en desgracia.

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, durante el acto de celebración del 40 aniversario del Síndic de Greuges de Catalunya, en el Parc de Ciutadella: L'Hivernacle, a 16 de abril de 2024, en Barcelona, Catalunya (España)

Ahora que el PSC gobierna las grandes ciudades, tres de las cuatro diputaciones, está en el Gobierno de España y acaricia la Generalitat, puede pensar que está en la cresta de la ola. Pero la última vez que los socialistas catalanes acumularon tanto poder, con el tripartito en la Generalitat, Zapatero en Moncloa, Hereu en la alcaldía de Barcelona y con Corbacho y Fogué en la Diputación de Barcelona luego vivieron una larga travesía en el desierto que casi les convirtió en un partido residual.

Así que no se preocupen los que estén preocupados por la grave situación política que está creando en nuestro país la ‘coalición progresista’. El PSC parece invencible en Cataluña y Pedro Sánchez en Madrid, pero tras la soberbia y los errores acostumbra a venir la debacle.

Que vayan tomando las medidas de los nuevos despachos que van a ocupar, pero cada día que pasa será un paso adelante en la cuenta atrás para la nueva crisis que el neopujolismo de Illa, y el populismo de Sánchez, vivirán. Y allí estaremos para contarla. Y para disfrutarla.

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