Primer plano de Pedro Sánchez con cara pensativa
OPINIÓN

Sánchez no lo tiene fácil

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, está cada vez más acorralado

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, está cada vez más acorralado. Sus sucesivas versiones sobre la visita frustrada de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez a España, y la presencia de quien entonces era su mano derecha en el aeropuerto recibiéndola, han caído por tierra con un duro informe de la UCO, la misma unidad de la Guardia Civil que exculpó a su esposa, que afirma que Sánchez estaba al tanto de todo.

En contra de lo que había dicho hasta ahora. El documento policial, además, revela algo como mínimo preocupante. Que el jefe del Gobierno español, que a veces se erige como uno de los principales dirigentes europeos, dos años después de acceder al cargo, no conocía las sanciones impuestas por la UE a dirigentes de un país amigo como Venezuela.

José Luis Ábalos, exministro de Transportes y exnúmero tres del PSOE, será imputado más pronto que tarde. Ni él mismo lo duda. De hecho, el diputado por Valencia, ahora en el grupo mixto tras ser expulsado de las filas socialistas, encara su imputación como una magnífica oportunidad para defenderse.

Montaje de fotos de primer plano de Pedro Sánchez con rostro serio y, de fondo, una imagen de José Luis Ábalos cabizbajo

Más aún teniendo en cuenta que desde el pasado mes de febrero, desde que estalló el caso de corrupción en torno a su exasesor Koldo García, todas las miradas se han centrado en él. Con revelación de secretos sobre él incorporados a la causa. Su inminente imputación, que requiere el permiso que el Congreso de los Diputados dará, le permitirá personarse en la investigación y saber qué pruebas existen contra él.

Y quizás, esta vez sí, decida empezar a tirar de la manta -si es que existe-, cuando vea también las posibles pruebas que existen contra otros excompañeros de partido. Porque no hay duda de que si hay causa, si no es solo barro, como decía Pedro Sánchez, Ábalos no era el único que estaba al tanto de todo. No era el '1'.

Cabe recordar que el actual presidente del Gobierno de España llegó a la presidencia, gracias, por cierto, a Ábalos, mediante una moción de censura contra el anterior equipo de Mariano Rajoy. Y es por este motivo, principalmente, que a Sánchez hay que exigirle más pulcritud que a cualquier otro. Que cualquier comportamiento ilegal, poco ético o reprochable en su entorno, demande las máximas explicaciones posibles.

Plano medio corto de Pedro Sánchez sentado en su escaño en el Congreso de los Diputados y mirando hacia arriba

Y no solo lanzar balones fuera, con victimismo y ataques contra la oposición, todos aquellos que no piensan igual y la prensa. Porque sí. Todo lo que hoy está ocurriendo, toda esta investigación de la Guardia Civil, parte de informaciones periodísticas que han demostrado que no se estaban haciendo las cosas bien.

Como también ha sucedido con su esposa, Begoña Gómez, con muchos nexos con algunos de los principales cerebros en esta trama corrupta. Principalmente con el comisionista Víctor de Aldama, ya en prisión por otro caso. Así pues, Sánchez debe aprender que matar al mensajero nunca es la solución.

Y que cualquier plan de regeneración democrática debe incluir obligatoriamente medidas para evitar estos comportamientos y la exigencia de que los gobernantes sean transparentes y no se oculten tras ataques injustificados.

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