Primer plano de Pere Aragonès en blanco y negro, con fondo rojo, mirando hacia el cielo
OPINIÓN

¿Por qué a Pere Aragonès se le hará muy larga esta campaña?

ERC se encuentra en un callejón sin salida. Haga lo que haga, solamente conseguirá perder aún más apoyos

Editorial Arnau Borràs

Si hay alguien que desea que las elecciones en Cataluña se celebren ya mismo, este es, sin duda, Pere Aragonès. Aún falta casi un mes para las votaciones y al president se le va a hacer eterna la espera.

De hecho, esto ya está pasando. Las encuestas, aunque sean solo encuestas y ya sabemos que hay que cogerlas con pinzas, marcan una clara tendencia a la baja para ERC. Empezaron con una horquilla de 30-32 escaños y la última, la de Crónica Global, ya le augura solo 26. Y ojo, porque esto solamente puede hacer que bajar todavía más.

Este lunes, Pere Aragonès metía la pata (queriendo o no, porque no sabemos si fue espontáneo o fue idea del Sergi Sabrià o Sergi Sol de turno) reprochando a Junts que Puigdemont no estuviera en el debate organizado por PIMEC. Esto, para el electorado indepe, es una falta de respeto importante. 

Si Pere Aragonès pretende remontar buscando el enfrentamiento con Carles Puigdemont, desde aquí le deseo todo el ánimo del mundo. Porque ni por carisma ni por emociones ni por ningún otro factor, Aragonès tiene opciones de rascarle votos a Puigdemont entre los potenciales votantes que puedan compartir.

La otra opción de ERC, que es la que ha marcado su inicio de precampaña, es la de sacar pecho por la obra de gobierno. Sería una buena idea si su obra de gobierno no fuera absolutamente desastrosa. Porque ya pueden intentar colgarse todas las medallas que quieran, que solamente les compra la moto los ya convencidos. Sequía, educación, inseguridad, sanidad… aunque nos intenten convencer de lo contrario, el Govern de Pere Aragonès lo único que ha hecho ha sido acumular despropósitos.

Y finalmente tiene otra vía que exprimir, que poco o mucho, también han probado ya en precampaña. Se trata de promocionar a Sílvia Orriols. Ya que ellos son incapaces de arañar votos independentistas a Junts, que lo haga la líder de Aliança Catalana, deben pensar.

Sin embargo, obvian que Orriols también les quita votos a ellos. ¿O se creen Aragonès y compañía que a Aliança Catalana solamente la votarán afines a Junts y Puigdemont? Que no se engañen, que la alcaldesa de Ripoll también le quitará votos a ERC, sobre todo en feudos como las Terres de l’Ebre, Lérida o Gerona.

Así que, con todos estos elementos y posibles opciones para encarar la campaña, Pere Aragonès y Esquerra se encuentran en un callejón sin salida. Hagan lo que hagan, solamente conseguirán perder aún más apoyos. Como dije, la última encuesta publicada les augura 26 diputados. Algo me huele, pero, que no llegarán ni a esa cifra. Vienen casi cuatro semanas de agonía para los republicanos.

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