Plataforma per la Pasta
En la Cataluña procesista siempre habrá un buen cheque para aquellos que sigan a pie juntillas la agenda lingüística de ERC, Junts o la CUP
Ejercer de chivato lingüístico en Cataluña tiene premio económico. La obsesión del independentismo por perseguir el uso social del español es tan acusada que, si te dedicas a acosar en redes a los comercios que atienden a los clientes en castellano, o a espiar en que lengua hablan los niños en los patios de los colegios – por supuesto, sin avisar a los padres o a los profesores —, nunca te faltarán unos milloncitos de dinero público para seguir expandiendo la hispanofobia.
En estas lides Plataforma per la Pasta, cuyo nombre oficial es Plataforma per la Llengua, es líder absoluto. Esta entidad hace años que es generosamente regada por las administraciones controladas por los secesionistas, comunes o socialistas, pero el flujo de dinero se ha diversificado desde que Pere Aragonès es presidente. Esquerra quiso tapar su sumisión al PSOE apretando a fondo el acelerador de la persecución lingüística del español, y Plataforma per la Pasta ha sido un gran aliado.
En 2021, esta asociación independentista, que lucha contra el uso social del español en Cataluña, recibió del gobierno autonómico catalán un montante de 694.690,98 euros en ayudas a fondo perdido; en 2022, 648.100,11 euros y en 2023 la cantidad ascendió a 817.646,40 euros. Ocho consejerías del gobierno catalán subvencionaron en 2023 a Plataforma per la Pasta. Y no olvidemos que los presupuestos del Govern de 2023 contaron con el apoyo en el Parlament del PSC.
Antes de que Aragonés fuera el presidente de la Generalitat, el Departamento de Cultura concentraba la gran mayoría de subvenciones para Plataforma per la Pasta. Solo en el 2020, 760.000 euros.
Y hablamos de cantidades presupuestadas, porque dada la tendencia del Govern a marear la perdiz, a saber cuáles son las cantidades reales. Por supuesto, todo muy legal, eso no lo dudamos, si palmar cerca de 400 millones de euros anuales en TV3 y Catalunya Ràdio para enriquecer a unos cuantos productores ‘afortunados’ pasa los filtros contables, el dar unos pocos milloncitos, vía DOGC, a Plataforma per la Pasta no va a ser menos.
Y es que estar peinando continuamente las redes sociales en busca de radicales insatisfechos a los que ayudar, porque un camarero, o una panadera, atiendan en español, en España, es muy laborioso. Esta heroica labor merece el dinero que Pere Aragonès niega a la sanidad pública: la atención primaria es un desastre, pero nunca falta pasta para TV3, el Diplocat y los chivatos lingüísticos.
En la Cataluña procesista siempre habrá un buen cheque para aquellos que sigan a pie juntillas la agenda lingüística de ERC, Junts o la CUP. La ‘sociedad civil’ que controla el independentismo nunca tiene problemas de recursos. Ni los tendrá mientras haya un Pedro Sánchez en Moncloa, y un Salvador Illa dirigiendo el PSC, bien dispuestos a echar una mano.
Cataluña está llena de ‘plataformes per la pasta’, de asociaciones, medios de comunicación y chiringuitos diversos que han hecho del ‘procés’ su forma de vida. Desmontar este tinglado es urgente para que el dinero público vaya a donde realmente hace falta. Las ‘Estructuras de Estado’ es el gran timo del tocomocho de Junts, ERC y la CUP, el auténtico expolio fiscal que sufrimos los catalanes que, recordemos, pagamos los impuestos más altos de España, con un buen número de tasas propias que solo sirven para mantener la telaraña parasitaria procesista.
Más noticias: