
… ¡Y la plantilla de prisiones tenía razón!
El asesinato de Núria era evitable y está rodeado de negligencias: la plantilla lo había advertido desde el primer momento
El pasado 29 de mayo de 2025 es una fecha clave. La Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat de Cataluña, alto órgano consultivo del Gobierno integrado por quince juristas de reconocido prestigio, publica Dictamen en materia de responsabilidad patrimonial por la muerte de Núria, cocinera de Mas d’Enric, a manos de un interno y atribuible a una negligencia manifiesta de los servicios penitenciarios. De este Dictamen se hacía eco la prensa el pasado 20 de junio.
29 de maig de 2025: han pasado 442 días del asesinato de Núria. Por primera vez y públicamente, un órgano de la administración reconoce negligencias manifiestas de gestión en el asesinato de Núria.
Hagamos una breve cronología de hechos a partir del nefasto 13 de marzo de 2024:
13 de marzo de 2024: asesinato de Núria. El Departament de Justicia define el asesinato de Núria y el suicidio de su asesino como “muertes violentas de una mujer y un hombre en el centro penitenciario de Mas Enric”.
15 de marzo de 2024: 2 días después del asesinato de Núria. Inicio de una serie de concentraciones en las puertas de todos los centros penitenciarios de Cataluña. Los funcionarios exigen la asunción de responsabilidades y la destitución de Ubasart y Calderó.
19 de marzo de 2024: 6 días después del asesinato de Núria. Rueda de prensa de funcionarios de prisiones en el colegio de periodistas de Cataluña. Los funcionarios exigen responsabilidades y la destitución de Ubasart y Calderó.
20 de marzo de 2024: 7 días después del asesinato de Núria. Concentración en la plaza de Sant Jaume en recuerdo de Núria. Laura Vilagrà, vicepresidenta del Govern, se atrinchera y no destituye a Ubasart ni a Calderó.
21 de marzo de 2024: 8 días después del asesinato de Núria. Después de diferentes ruedas de prensa del gabinete de crisis por la situación de las prisiones, la consejera Gemma Ubasart comparece ante la Diputación Permanente del Parlament de Cataluña. Sigue sin asumir responsabilidades. Manifiesta que el asesino de Núria volvió a la cocina de Mas d’Enric por “conducta totalmente adaptada y correcta”. “El asesinato era imprevisible porque el preso evolucionaba favorablemente”.
11 de abril de 2024: 29 días después del asesinato de Núria. Unos 5.500 funcionarios de prisiones llegados de todo el estado (unos 700 venidos de Cataluña) recuerdan a Núria y piden la destitución de Ubasart y Calderó ante el Congreso de los Diputados. Es la mayor manifestación de la historia de funcionarios de prisiones.
19 de abril de 2024: 37 días después del asesinato de Núria. Funcionarios de prisiones se desplazan a Zaragoza. Acompañan al sobrino de Núria en un acto en la facultad de Derecho en el que participa el secretario de Medidas Penales. Otra oportunidad perdida para Amand Calderó para reconocer las irregularidades cometidas en el asesinato de Núria.
20 de abril de 2024: 38 días después del asesinato de Núria. El diario Ara publica un artículo titulado: “Trabajadores de prisiones denuncian huecos en la seguridad después del crimen en Mas d’Enric”.
25 de abril de 2024: 43 días después del asesinato de Núria. Administración y sindicatos penitenciarios firman un Acuerdo bastardo de condiciones de trabajo y medidas de seguridad. Se firma el Acuerdo con una más que cuestionable legitimidad de las partes, una administración en liquidación —la firma del Acuerdo se producía 15 minutos antes del inicio de una campaña electoral— y unos sindicatos desacreditados —ausentes en las movilizaciones de la plantilla—. El Acuerdo no incluye ninguna mención a Núria.
26 de abril de 2024: 44 días después del asesinato de Núria. Personal de rehabilitación de Mas d’Enric distribuye un escrito titulado “Cantidad y CALIDAD”. En el escrito muestran su desconcierto respecto de las respuestas dadas por la SMRAV, la dirección del centro y los responsables del Área de Rehabilitación. Confrontan las declaraciones de Gemma Ubasart quien consideraba a Odriste un “interno ejemplar”.
10 de mayo de 2024: 58 días después del asesinato de Núria. 1.200 funcionarios de prisiones, y familiares de Núria, recorren Barcelona desde La Model hasta la Plaza de Sant Jaume bajo los lemas “TODOS SOMOS NÚRIA” y “NO QUEREMOS DINERO, QUEREMOS SEGURIDAD”.
20 de mayo de 2024: 68 días después del asesinato de Núria. El medio digital E-Notícies publica: “Ubasart miente: nuevos datos de trabajadores de prisiones sobre el asesinato de Núria”.
22 de mayo de 2024: 70 días después del asesinato de Núria. El medio digital Vozpopuli publica una carta redactada por funcionarios de la prisión de Mas d’Enric (“Odriste y los demás responsables”) en la que desmienten a Ubasart y describen las irregularidades cometidas que facilitaron la presencia del asesino en la cocina de Mas d’Enric.
4 de julio de 2024: 113 días después del asesinato de Núria. Informe de la síndica de greuges que reconoce que la Administración penitenciaria actuó con cierta laxitud al permitir que el interno Odriste recuperara su puesto de trabajo en la cocina a pesar de su perfil, la falta de adherencia al tratamiento, estar sancionado y no haber cumplido aún la sanción.
11 de agosto de 2024: 151 días después del asesinato de Núria. Después de las elecciones del 12 de mayo, el Govern oficializa el traspaso en la consejería de Justicia. Destituye a Gemma Ubasart y nombra nuevo consejero a Ramon Espadaler. Gemma Ubasart y el secretario de medidas penales, Amand Calderó, dimiten sin asumir responsabilidades ni reconocer irregularidades de los servicios penitenciarios en el asesinato de Núria. Espadaler y la nueva secretaria de medidas penales dan continuidad a la totalidad del equipo directivo de servicios penitenciarios.
29 de mayo de 2025: 442 días después del asesinato de Núria. La Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat de Cataluña reconoce que en la muerte de Núria son atribuibles negligencias manifiestas de los servicios penitenciarios. Por primera vez, un órgano de la administración reconoce oficialmente negligencias manifiestas en la gestión que propiciaron el asesinato de Núria.
Solo fueron necesarios dos días para que la plantilla de trabajadores penitenciarios reaccionara ante el asesinato de Núria. Una plantilla conocedora de las enormes irregularidades cometidas con las medidas aplicadas al asesino de Núria, irregularidades que no sorprendían ni sorprenden a nadie, pues la arbitrariedad es habitual en muchas de las decisiones de los gestores penitenciarios.
Queremos poner de manifiesto este titular: … ¡Y LA PLANTILLA DE PRESOS TENÍA RAZÓN!
Ante los múltiples ataques de tantos y tantos gurús de la imbecilidad, el asesinato de Núria era evitable y contaba con más responsables que el propio y maldito Odriste. La plantilla era proporcional con las movilizaciones. ¡Nos habían matado a una de las nuestras! Había un asesino, sí, pero también muchos otros responsables. 442 días ha tardado un órgano de la administración en asumir una responsabilidad causal y explícita en el asesinato de Núria. Una responsabilidad, cabe decir, parcial, ya que en el Dictamen no se asumen una parte de los hechos y evidencias previas al 13 de marzo de 2024. Un Dictamen de la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat, por lo tanto, redactado con extrema delicadeza para reconocer una evidencia pero eludir responsabilidades al CIRE, directo patrón y supuesto vigilante de la seguridad de Núria.
El CIRE, siguiendo el Dictamen, parece un bien a proteger. Un bien aún más preciado que los propios servicios penitenciarios.
Una cuestión, ¿sabéis cuántas veces se cita al CIRE en el Dictamen? ¡Ninguna!
Al igual que hay un Dictamen de la Comisión Asesora, hay un Dictamen de la plantilla de prisiones:
No hace falta tanta política ni politiquillos/las cuando solo pasados dos días del 13 de marzo era difícil encontrar un funcionario de prisiones que no supiera de las irregularidades en el asesinato de Núria.
La asunción de responsabilidades hecha por el gobierno ha sido un acto de constricción, una especie de arrepentimiento y reconocimiento de culpa. Además, el Dictamen considera procedente la propuesta de la propia Secretaría de Medidas Penales respecto a la indemnización a cuatro de las personas demandantes por responsabilidad patrimonial ante el daño moral sufrido por el asesinato: 59.303,32 €, cantidad a la que debe restarse la indemnización ya percibida por la póliza de accidentes laborales contratada (18.857,12 €).
En este caso, el dinero no resarce ni hechos ni daños, mucho menos restituye personas. Asumir hoy las irregularidades del asesinato de Núria no evita que la Consejera Ubasart y el secretario de Medidas Penales finalizaran mandatos y se escabulleran de toda reprobación.
Al final, el dinero lo paga la aseguradora y el contribuyente. ¡Ellos no! Ni ellos, ni los otros responsables de la fatalidad de Núria, como son los responsables del CIRE, el exdirector del centro de Mas d’Enric —actualmente aparcado en una cómoda promoción—, la ex subdirectora de tratamiento de Mas d’Enric —hoy retirada de confianza, pero con bienestante plaza de psicóloga penitenciaria—. Tampoco parece que otros responsables, todo el eterno “sottogoverno” de las prisiones catalanas, hayan sido censurados por sus comisiones y omisiones en el asesinato de Núria. Todos ellos, a pesar de mediar un cambio de gobierno, un cambio de consejero y un cambio de secretaría de Medidas Penales, siguen ejerciendo con igual negligencia que ahora hace un año.
Siga confiando en toda esta tropa, Sr. Espadaler, ¿no le da vergüenza?
Es su consejería quien propone la cifra indemnizatoria, Sr. Espadaler. Un precio, supongo que sabrá, aproximado al valor de su coche oficial… Si está cómodo y climatizado, allí, bien asegurado, Sr. Espadaler?
Bien, y si no es cuestión de dinero, que no lo es… es cuestión de dignidad. Y los que no la tuvieron entonces, hoy, un año y tres meses después del asesinato, siguen sin tenerla. Y otros indignos que se suben al “carro oficial”…
Ay, Govern, si fuera cuestión de dinero… Si fuera cosa de dinero, una destitución en marzo de la consejera Ubasart y del secretario de Medidas Penales nos hubiera ahorrado a todos el perjuicio moral de soportarlos durante los últimos 5 meses de gestión. Un ahorro de 90.000 €, teniendo en cuenta que Ubasart cobraba unos 120.000 €/año y Calderó unos 95.000 €. Una cantidad, que junto con las destituciones de ambos cargos, hubiera aliviado el dolor y la crispación de familiares, amigos y compañeros de Núria.
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