La persecución era a Peinado
Ojalá, si Begoña Gómez termina siendo juzgada y posteriormente condenada, Peinado presente una querella contra todos
La Moncloa denunció, durante muchas semanas, que Pedro Sánchez y Begoña Gómez eran víctimas de una persecución política y judicial. Que la investigación del juez de instrucción Juan Carlos Peinado, sobre la esposa del presidente español, por varios presuntos casos de corrupción, no tenía fundamento alguno.
Y que todo se archivaría más pronto que tarde. Pues bien, todo lo que decía La Moncloa era falso. Mentira. Desinformación. Un bulo, como lo llaman ellos.
La Audiencia Provincial de Madrid y el Tribunal Superior de Justicia, dos órganos diferentes del Juzgado de Instrucción número 41, dirigido por Peinado, han rechazado las tres querellas presentadas por Sánchez, Gómez y un periodista allegado contra el magistrado. Los tres lo acusaban de prevaricación.
Y el presidente del Gobierno de España, incluso, utilizó la Abogacía del Estado para dar más gravedad a los hechos que le imputaban, intentando intimidar al juez. Además, los tribunales también rechazaron los recursos de la defensa de la imputada Gómez, que pedía archivar el caso.
La falaz ofensiva mediática lanzada por el matrimonio Sánchez-Gómez contra el juez Peinado, utilizando para su propia defensa todos los resortes del Estado, obligando a los ministros de España y a la Fiscalía a ejercer de defensa particular, ha decaído con las decisiones de la Audiencia y el TSJM.
No, no era una persecución. Tampoco una investigación prospectiva. Al menos, según los jueces, hay indicios suficientes para investigar si se ha cometido algún delito. Como sucedería con cualquier ciudadano normal que no se crea por encima del bien y del mal, y que no utilice todo para obtener rédito político.
Lo que sí ha quedado demostrado con esta estrategia —en mi humilde opinión, errónea tanto a nivel jurídico como mediático— de la pareja presidencial es que hay un punto de temeridad y mala fe.
Y esto último no lo digo solo yo. Lo dice también el auto que rechaza la querella de la Audiencia Nacional en nombre de Pedro Sánchez. Mala fe por parte del presidente.
Es grave. Muy grave. Como también lo es que algunos ministros, de manera irresponsable o perversa, acusen a los jueces de estar haciendo oposición al PSOE. No hemos oído esto de Isabel Díaz Ayuso, por ejemplo, que está en un caso similar. Ella ha cargado contra los políticos, pero en ningún caso ha hablado de una conspiración entre jueces y oposición para derribar su Gobierno, algo difícil teniendo en cuenta que tiene mayoría absoluta.
Con todo, después de ver cómo varios jueces de diversas salas y tribunales han llegado a las mismas conclusiones respecto a las peticiones de la familia Sánchez-Gómez y del periodista hooligan —que debe estar esperando algún cargo o contrato a cambio—, uno se pregunta si la persecución de la que hablaban en La Moncloa no era, en realidad, al revés.
De los políticos socialistas hacia el juez instructor Juan Carlos Peinado, de quien se ha dicho de todo en los últimos meses. De él y de su familia. Con total impunidad.
Ojalá, si Begoña termina siendo juzgada y posteriormente condenada, Peinado presente una querella contra todos ellos por lo que le han hecho pasar.
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