Pereza electoral europea
Con un abstencionismo al alza, los catalanes votaremos por cuarta vez en poco más de un año
En menos de tres semanas llegan las elecciones europeas. En tan solo 12 meses, los catalanes ya hemos ido a votar tres veces. Las municipales en mayo de 2023, las generales en julio de 2023 y las pasadas autonómicas del 12 de mayo. No es de extrañar, pues, que a muchos les dé pereza afrontar ahora unos comicios al Parlamento Europeo que siempre han despertado menos interés que cualquier otra votación.
En los últimos años, la población va tomando conciencia de la importancia que tiene la Unión Europea en nuestras vidas. El ejemplo más claro lo tuvimos en las recientes manifestaciones de un sector primario que protestaba, en líneas generales, por la excesiva burocracia y restricciones impuestas por Bruselas.
Otra cuestión que se también debate en Europa es una de las que más preocupa a gran parte de la población: la política respecto a la inmigración. Sin embargo, ni así parece que habrá un cambio de mentalidad y no tiene pinta de que las urnas se vayan a desbordar el próximo 9 de junio.
Incluso parece que a muchos partidos ya les conviene esta falta de interés. Apenas aparecen en puestos de salida o liderando candidaturas nombres que ayuden a movilizar al electorado. En clave catalana, por ejemplo, en los últimos comicios europeos teníamos hasta cinco candidatos catalanes como cabezas de lista. Y la mayoría eran nombres reconocibles por gran parte del electorado.
Josep Borrell para el PSOE, Dolors Montserrat para el PP, Oriol Junqueras para Ahora Repúblicas y Carles Puigdemont para Junts. Todos bastante conocidos entre los votantes. El quinto era un entonces casi desconocido Jorge Buixadé, que ahora repite al frente de la candidatura de Vox.
Con una abstención creciente en Cataluña, sobre todo después de los años álgidos con el ‘procés’, no sería de extrañar que esta tendencia siguiera en las europeas. De hecho, sería lo más lógico. Sobre todo, porque el sector que más ha engrosado recientemente las filas abstencionistas son los partidos procesistas. Y ahora, presentan a Diana Riba (Ahora Repúblicas) y Toni Comín (Junts). Que serán más o menos conocidos, pero está claro que no son ni Junqueras ni Puigdemont.
Eso sí, a pesar de la previsible abstención que habrá, este 9 de junio hay mucho en juego. Y ya no solamente por lo que se dirime en Europa, que no es poco. Los resultados también podrían marcar el futuro de algunos partidos. Por ejemplo, los procesistas pueden seguir en su caída libre particular (y ahí sí que tendrá que ver la abstención). Lo que consiga el PSOE podría animar a Pedro Sánchez a aventurarse en un adelanto electoral en España. Ciudadanos podría certificar su muerte definitiva. O formaciones residuales pero en crecimiento, como el Frente Obrero, podrán seguir evaluando su implementación entre el electorado.
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