Imagen de un péndulo de Focault con una bola con la bandera catalana
OPINIÓN

El péndulo político catalán ya ha girado

Las elecciones del pasado 12 de mayo marcan un cambio de tendencia más profundo de lo que parece

Con el permiso de Marc Arza, me hago mías sus palabras el jueves pasado en el podcast de 'La Catalunya Woke'. Hablando de una de las últimas ocurrencias de la izquierda catalana, hacía una reflexión brillante y acertada a mi modo ver las cosas. "Hasta hace unas semanas, escuchaba estas ideas con angustia y preocupación. Pero señores, el péndulo ya ha girado. Ahora lo escucho pensando que ya está, que será una mala memoria en poco tiempo".

Arza hacía referencia al resultado de las elecciones del pasado 12 de mayo y el descalabro electoral de la izquierda más woke catalana. Utilizaba el concepto de la ley del péndulo, que asegura que a una acción corresponde una reacción contraria de fuerza equivalente. Esto produce una oscilación de las cosas políticas de un lado al otro, que con frecuencia se expresa en el ámbito electoral.

Es decir, que tras la una década donde determinada izquierda ha hecho de la anécdota la prioridad y ha olvidado los problemas de la mayoría, la sociedad exige otra cosa. Así, el PP ha subido de 3 a 15 escaños sin que Vox se despeine, las formaciones moderadas se han visto reforzadas y Aliança Catalana ha entrado pese a la censura.

Plano americano de un señor mayor introduciendo su voto en una urna de una mesa electoral en Cataluña

No ha sido una sorpresa para muchos de nosotros. Ya hace tiempo que la batalla cultural planta cara en redes y que esta izquierda reaccionaria ha perdido el relato. Cualquier publicación de ERC, los Comuns o la CUP se llena de comentarios negativos y de gente enfadada. No era una burbuja, como quisieron creer algunos, sino que se trasladó el 12 de mayo.

Es más, servidor tiene la percepción, como Marc Arza, que es el inicio de algo que será más profundo. La ola reaccionaria de la que advierte la izquierda será más o menos profunda en función de la capacidad que tengan los partidos tradicionales de dar respuesta a las demandas de la gente.

Mientras la izquierda siga olvidándose de lo realmente importante y la derecha tradicional no sea capaz de quitarse de encima el marco mental izquierdista, hay una autopista para las nuevas derechas. Si nadie habla de la gestión de la inmigración, si en Europa populares, socialistas y liberales siguen poniendo trabas al sector primario, habrá espacio para las nuevas formaciones. 

El péndulo ya ha girado y aún desconocemos la velocidad que lleva. Harían bien los partidos de siempre de atender qué piden sus ciudadanos ahora. Si no, siempre les quedará quejarse de Tiktok.

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