Primer plano de Najat El Hachmi mirando a cámera y sonriendo

OPINIÓN

¡Najat, presidenta!

Mientras la pregonera de la Mercè habló de la inmigración, el presidente de la Generalitat no dijo ni una palabra durante su intervención en el debate de política general

Imagen del Blog de Xavier Rius La Puntita

Qué diferencia entre Najat el Hachmi y Pere Aragonès. La pregonera de la Mercè explicó que hay niñas en Barcelona “que no pueden aprender a nadar ni a ir de excursión”, que solo pueden salir a la calle “si se tapan” o que se arriesgan al “destierro familiar” por mantener relaciones con gente que no es de su raza o de su religión. 

También las hay que viven “terriblemente asustadas ante la posibilidad de que las lleven a Marruecos o Pakistán y las casen con aquel primo que necesita papeles”. 

En cambio, el presidente de la Generalitat no pronunció una palabra sobre inmigración en más de dos horas de discurso durante su intervención en el debate de política general.

A pesar del impacto que, a veces, puede tener. Basta con preguntar a los vecinos de Manresa —con alcalde de ERC, por cierto— que hace unos días vieron volar mesas y sillas en el principal paseo de la ciudad por el enfrentamiento de dos bandas rivales. 

Eso sí, Aragonés mencionó una docena de veces a la “Cataluña de los ocho millones”. Debe ser la nueva consigna emanada desde Palau. 

Y dejó claro que la citada Cataluña “es mi idea de país”. 

Refugees welcome. Papeles para todos. Fronteras abiertas. Ni tan siquiera ofreció derechos a cambio de deberes. Barra libre.

El ilustrador Chamo San y la escritora Najat el Hachmi presentan el cartel y el programa de la Fiesta de la Mercè

“La nación se construye mirando el futuro en lugar del pasado”, insistió. La bancada de Esquerra aplaudió la frase.

Por otra parte, destacó que, “en esta Cataluña de los ocho millones”, hay que dar “forma a la nación” y que la lengua catalana es “el pilar esencial que nos cohesiona”.

Incluso dibujó “un horizonte compartido que identifique el camino a transitar colectivamente”. Supongo que, por si alguna vez existe un referéndum, voten a favor. 

Pero es curioso que el presidente no hable de inmigración cuando es uno de los temas que más preocupan a los países de la Unión Europea. 

Basta con leer los periódicos. El mismo día que el presidente hacía su discurso, los medios iban llenos: “Tensión entre Alemania y Polonia por la migración ilegal” (La Vanguardia), “Berlín pide explicaciones a Varsovia por la venta masiva de visados” (El País). 

O “Alemania endurece su política de inmigración” (El Mundo). ¡Alemania, gobernada por un tripartito de izquierdas y con canciller del SPD! 

Haga, haga; presidente. Ya nos lo encontraremos