Los héroes del Bluesky

No hace ni un mes de la victoria de Trump y sus consecuencias han sido tan devastadoras que incluso desde Marte están planificando un plan de acogida interplanetario. Desde la huelga de sexo inspirada en las cuatro bes coreanas hasta la migración masiva de X a Bluesky, parece que el universo flaquea y las tertulias televisivas no dan crédito. 

Un grupo de mujeres americanas, entre las cuales está la actriz Whoopi Goldberg, ha hecho un llamamiento a, durante los cuatro años de mandato republicano, rechazar el matrimonio heterosexual (bihon), la maternidad (bichulsan), el cortejo con hombres (biyeonae) y las relaciones sexuales heterosexuales (bisekseu). Goldberg, con un tono contundente, declaró: “no lo podéis hacer sin nosotras, no os dejamos, no lo entendéis, es así de sencillo”. Evidentemente, cada mujer tiene derecho de hacer con su cuerpo lo que quiera, pero este discurso parece extraído de una guía de la buena esposa, del modelo del ángel del hogar, siempre a disposición de su marido, como si el deseo sexual fuera, por defecto, cuestión de hombres. 

Era verdaderamente difícil igualar esta proeza, pero a mediados de noviembre, un grupo de aguerridos tuiteros anunciaron su renuncia a X y empezaron a ser usuarios de la red social Bluesky. ¡Atención! Digo que lo anunciaron porque en realidad muchos de ellos dijeron que abandonaban X y a día de hoy continúan publicando sus posts, confirmando que dejar X puede ser más difícil que dejar las drogas duras. 

Los recién llegados a Bluesky, encabezados por La Vanguardia, seguidos por un buen número de periodistas e influencers progresistas, alegaron la imposibilidad de debate en X, la presencia de discursos de odio y de noticias falsas, así como la deriva hacia la extrema derecha. Los mismos que menospreciaban el debate en X diciendo que simplemente era una burbuja, ahora determinan que Elon Musk ha condicionado la red social para conseguir la victoria electoral de Trump en los EE. UU., un país donde viven 250 millones de personas con derecho a voto.

Menos mal que no les hará falta acogerse a los planes de refugio de Marte, que puede ser que pronto sea controlado por el malvado Musk. Les queda Bluesky, una red que, por cierto, es una copia de X, pero de la cual su directiva Rose Wang ya ha dicho que “Si tienes un discurso de odio, serás expulsado”. Espero encarecidamente que los criterios que se apliquen satisfagan a la wokesfera y puedan promover todo el odio y cancelación contra quienes piensan diferente de ellos.