Las cuestiones que (casi) nadie abordará durante la campaña electoral catalana
La aparición de Puigdemont hará que algunos temas queden enterrados al fondo del armario electoral
Cataluña tenía ante sí la posibilidad de que, a diferencia de las elecciones anteriores, la campaña no se centrase única y exclusivamente en el procés. Poco a poco, el debate ideológico estaba cogiendo protagonismo tras años de “plebiscitos”, “embates al Estado”, “el voto de tu vida” y otros mantras procesistas.
En los últimos meses, se han puesto varios temas sobre la mesa en la política catalana. Unos temas que apenas se habían abordado tras una década de procesismo. Sin embargo, la aparición de Puigdemont a la escena preelectoral ha vuelto a mover el tablero político hacia debates sobre el derecho a decidir, la autodeterminación, el pacto fiscal y cuestiones por el estilo.
Hay el peligro de que la lucha por ver quién es el más procesista (si ERC o Junts), quién es el que lucha mejor contra ellos (si Vox o el PP) o quién se erige como alternativa real al procesismo que ha gobernado Cataluña la última década (el PSC) ocupe gran parte de los debates electorales.
Esto puede condenar al fondo del armario temas importantes, que recientemente habían adquirido importancia y que ahora existe la amenaza de que se conviertan en testimoniales. Estamos hablando de esos temas que nadie o casi nadie abordará durante la campaña. O que lo harán, pero no se les dará la importancia que se merece.
Estamos hablando, por ejemplo, del sistema educativo. Mucho ruido en su día, cuando el informe PISA colocaba la enseñanza catalana a la cola de España y de Europa, pero poca presencia en estos primeros días de precampaña. El debate sobre el modelo basado en competencias y proyectos o sobre un modelo basado en el esfuerzo y la memorización ya parece prehistoria.
También está la cuestión migratoria. Aunque Cataluña no tiene competencias directas, sí que tiene capacidad (ayudas, gestión de los menas, etc) para incidir en este tema. Un tema que básicamente Vox y Aliança Catalana parecen ser los únicos interesados en abordar. Otro tema que solo algunos pocos quieren tratar es el de la inseguridad creciente en Cataluña.
Por no hablar de la situación en las cárceles catalanas. Parece que algunos quieran pasar de puntillas sobre el modelo penitenciario, más en duda que nunca tras el asesinato de Núria, la cocinera de Mas d’Enric, a manos de un recluso y la nefasta gestión del Govern sobre esta cuestión.
También está el tema sobre la administración pública y su sobredimensión. Y no estoy hablando precisamente de médicos, bomberos, profesiones y policías, no. Me refiero a los chiringuitos y altos cargos que abundan en la administración y que, a día de hoy, todavía no se sabe exactamente para qué sirven. Más allá de colocar amigos, familiares y militantes, claro.
Que haya partidos que vivan de dar la turra sobre el procés, pues mira, es lo que hay. Pero todos los demás deberían hacer el esfuerzo de intentar poner en el centro del debate político todos aquellos debates que preocupan (y mucho) a los catalanes, incluso a los independentistas. Porque no solo de ‘procés’ vive el hombre.
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