Hibristofilia y deconstrucción: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

Vivimos unos momentos políticamente muy locos, ¿qué os voy a decir? Amigos catalanes, desde las Islas Baleares os llevamos un poco de ventaja. Con un gobierno de la fachosfera, os avisamos que si los progres en el gobierno os hartaban, aún no sabéis lo que os espera desde la oposición.

No bastaba con aquella izquierda que desde el gobierno participaba en manifestaciones contra el propio gobierno —con su correspondiente batucada, eso nunca puede faltar—. De los creadores de miembros del gobierno que participan en manifestaciones contra decisiones o indecisiones del propio gobierno, ahora ha llegado el fenómeno de los políticos que han visto la luz desde la oposición: ya han encontrado la solución a todos los males que azotaban las Islas. Con ellos ya no habría masificación turística, los precios del alquiler caerían, pero sobre todo nadie habría perdido derechos porque hay que combatir el fascismo.

Y ahora, ¿qué haremos sin los bancos pintados de lila o con la bandera LGTBI? Esta es la pérdida de derechos de la que tanto nos hablaban: votad para detener a la extrema derecha. ¿Y ahora dónde nos sentaremos? ¡Ah! Quizás algunos están tan indignados porque han perdido la silla.

En Cataluña, ya tenéis vosotros un buen quehacer. Los índices de criminalidad no paran de aumentar. Esta última semana y especialmente durante la verbena de San Juan ha sido el colmo del desmadre: tiroteos, apuñalamientos y degollamientos. Para 324.cat, ha sido una verbena normal, con un balance de cuatro muertos. Claro, si los victimarios están bien, todos estamos bien.

Pero esta semana, sin ser demasiado conscientes, también nos han ofrecido más pistas sobre esta deriva social hacia el antipunitivismo, la demagogia barata y la hibristofilia. La consejera de Justicia, Derecho y Memoria de la Generalitat de Cataluña en funciones, Gemma Ubasart, declaró: “Debemos transitar de una justicia excesivamente retributiva y punitiva hacia un modelo más restaurativo y humanista, más democrático y social”.

Pocos días antes, la misma TV3 entrevistó a la maestra Neus Rossell que, con una media sonrisa, afirmó que en las escuelas “ya no podemos castigar, tú haces una propuesta”. Como docente, corroboro que esto es así, y todo esto me ha hecho atar cabos.

Hasta aquí, con este panorama, la televisión pública no se ha mostrado muy preocupada. El drama llegó cuando Catalunya Ràdio se atrevió a publicar una entrevista con Laura Grau, donde concluía que no le gustan los hombres deconstruidos.

Tantos cursos de nuevas masculinidades, tantos esfuerzos por superar la masculinidad frágil y después Laura te deja en visto, te deja fuera de la convocatoria y te pone en la lista de transferibles. Laura le echa la culpa al machismo, pero amiga, date cuenta: si no pones un Borja Iglesias en tu vida, eres candidata a la fachosfera.