Diario de campaña, día 7: Vuelve el 'mesías' Artur Mas

El séptimo día de actos electorales reapareció un viejo de la política catalana. El culpable de todo lo que ha pasado la última década en Cataluña. Sí, Artur Mas. El hombre del seny que pasó a independentista desaforado de la noche a la mañana y que se presentaba como el mesías en los carteles electorales.

Todo para tapar la corrupción de su partido, Convergència, y de paso asegurarse unos años más de poder. Hasta que la CUP decidió enviarlo a la papelera de la historia.

El expresidente de la Generalitat defendió la candidatura de Carles Puigdemont, su discípulo, en un acto en Vilassar de Mar. Según Mas, el candidato de Junts+ es la garantía de que no se reedite un tripartito como los que catapultaron a Pasqual Maragall y José Montilla en la presidencia de la Generalitat.

Este miércoles, día del trabajador, la tradicional manifestación que recorre el centro de Barcelona copó también el protagonismo de la jornada electoral. Todos los candidatos de izquierdas se dejaron ver junto a los líderes sindicales catalanes para reivindicar más derechos por los trabajadores catalanes.

Desde la manifestación, la candidata de los Comuns, Jèssica Albiach, reivindicó que sea Cataluña quien lidere la reducción de la jornada laboral que propone la vicepresidenta del Gobierno español y líder de Sumar, Yolanda Díaz, prácticamente ausente en la campaña catalana tras los malos resultados en Galicia y el País Vasco.

Los trabajadores tuvieron que compartir el protagonismo matinal de la manifestación del 1 de mayo con la otro protagonista indirecto de la campaña, el jefe del ejecutivo español, Pedro Sánchez, que después de seis días atrincherado en el Palau de la Moncloa reflexionando sobre su continuidad al frente del Gobierno, reapareció en la Feria de Abril catalana. En el Parque del Fórum. Con Salvador Illa.

Su aparición en la campaña socialista, tras el paréntesis de cinco días, no estaba prevista hasta este jueves cuando compartirá escenario con el candidato Illa en Sant Boi de Llobregat. Pero el PSC optó por un nuevo show, en la Feria de Abril, simulando que cuenta con el apoyo de la ciudadanía llegando sin avisar antes a nadie y encerrándose en la casita de los socialistas. Aún así hay quien le abucheó.

El presidenciable del PP, Alejandro Fernández, que este martes abría la puerta a un pacto con el PSC si Illa se alejaba de Junts y ERC, cerraba la puerta este miércoles a un posible acuerdo con la formación de Carles Puigdemont. "No tiene nada que ver con la antigua Convergència", dijo, con la que los populares acudían al notario para sellar sus pactos electorales.

Ignacio Garriga, candidato de Vox, recuperó sus hits tradicionales después de dos días de propuestas para afirmar que "el futuro de las clases medias y populares es más incierto que nunca" por culpa del independentismo y el PSC. Según él "acosan el sector primario promoviendo pactos verdes europeos", además de buscar, textualmente, "destruir el sector turístico".

Por la mañana, a diferencia de los partidos de izquierdas, celebró el 1 de mayo en L'Hospitalet de Llobregat con el sindicato cercano a Vox, Solidaridad. Ya por la tarde, en Mataró, siguió con sus proclamas favoritas para denunciar que "la inmigración ilegal que está cambiando la identidad y la seguridad" de los barrios.