El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante el cierre de la campaña electoral del PSdeG-PSOE, en el Pavillón Fontiñas, a 16 de febrero de 2024, en Santiago de Compostela
OPINIÓN

Diario de campaña, día 15: BBVA también entra en campaña

Los últimos trackings internos de los partidos también están generando dolores de cabeza en ERC


La política y la economía van a menudo de la mano. Aunque cada uno juegue su propia batalla. Los políticos, aplicando el arte de legislar, a menudo quieren ser banqueros. Y los banqueros, con el afán de tener cada vez más poder, a menudo hacen de políticos.

La opa hostil lanzada este jueves por BBVA forma parte de este segundo supuesto. Y los políticos, en este caso los candidatos a dirigir el Govern, aprovecharon la situación para hacer política de los movimientos de la banca.

El rechazo al intento del BBVA de hacerse por la fuerza con el Sabadell es de lo poco que ha generado consenso entre la mayoría de partidos. Desde Puigdemont hasta Salvador Illa y pasando por los Comunes. Todos rechazan los planes del banco vasco para conseguir el catalán. Cada uno tiene sus motivos para defender una misma posición. Pero en el penúltimo día de campaña por fin les vemos opinar lo mismo.

La recta final de esta carrera hacia las urnas también ha venido marcada por los sondeos. Los internos, con los que cada partido rediseña a diario sus posicionamientos y los prohibidos que se publican en Andorra y Australia. Como si a los australianos y a los canguros les interesara lo que ocurre aquí. Sin embargo, los trackings de estas últimas horas nos dejan datos interesantes.

Como que el candidato más alejado de la realidad, el único que hace campaña todos los días fuera de Catalunya, está consiguiendo movilizar a un voto independentista defraudado que se iba a quedar en casa. Carles Puigdemont va a toda velocidad, según trackings internos de los partidos, y está a cerca de pisar los talones a Salvador Illa. Lo que supondría un descalabro para los socialistas.

Este jueves, de hecho, Illa tuvo que pedir un salvavidas a Pedro Sánchez que canceló parte de su agenda, cogió un lujoso jet privado y se plantó en un mitin improvisado en Vilanova i la Geltrú al que solo acudieron medio millar de personas. 500 personas, sí, con el presidente del Gobierno de España actuando.

Los trackings de los partidos de las últimas horas también están generando dolores de cabeza en Calàbria 66, sede de Esquerra Republicana. Por primera vez, estos trackings internos indican que el actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, podría bajar todavía más de lo ya indicaban las encuestas de la semana pasada. Algo que nunca se ha visto en Cataluña con un presidente en ejercicio. Haciendo un símil podríamos decir que Aragonés está al borde de un Adolfo Suárez.

Aliança Catalana, que a media campaña se había encaramado hacia los seis escaños, también se deshincha e irrumpiría en el Parlament pero de forma más discreta. Y los Comuns y la CUP pasarán a ser residuales. Vox y PP se disputan la cuarta plaza por un puñado de votos y ambos partidos están poniendo toda la carne en el asador para ayudar a sus candidatos a llevarse ese trofeo -que con la bajada de ERC les dejaría cerca de los republicanos- .

Garriga contó este jueves con la ayuda del presidente nacional del partido, Santiago Abascal, que visitó distintos municipios. Terminó en Reus donde, a diferencia del resto de campaña, en la capital del Baix Camp sí se encontró con intolerantes y sectarios radicales intentando impedirle defender sus ideas. Como si volviéramos cuarenta años atrás.

El PP, por su parte, desplegó al equipo de gala repartido por todo el territorio. Alberto Núñez Feijóo, Cuca Gamarra, Alejandro Fernández, Dolores Montserrat y el presidente del PP europeo, Manfred Weber, estuvieron en Barcelona con múltiples actos. Junto a ellos estaban también todos los candidatos al Parlamento Europeo llegados desde varios puntos de España que, acabada la presentación de la lista, admiraban fascinados a la Sagrada Família desde un bar cercano al recinto modernista de Sant Pau con una cerveza en la mano.

En Gerona, los populares confiaron en la defensa de la candidatura de Fernández y Jaume Veray a un valor seguro: Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid, que llegó a la estación de Girona a las 18.11 en un AVE procedente directamente desde la capital española, empezó a hacerse selfies nada más bajar del tren. A diferencia de lo que se podía esperar, pocos y cobardes reproches desde la lejanía a una Ayuso que visitaba Gerona por primera vez.

Y evidentemente, después de saludar a la Gala, una perra que paseaba por los alrededores de la estación -ella confesó que son su debilidad-, hizo turismo político por el Pont de Pedra y compartió helado con su equipo y periodistas en el mítico Rocambolesc de los Hermanos Roca. Cucurucho en mano, en el exterior, su jefe de gabinete Miguel Ángel Rodríguez daba unos toques de balón con un pequeño que paseaba con su madre. ¡Cualquier ocasión es buena para recoger un par de votos!

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