Cuando la izquierda te llama idiota por no pensar como ellos
Respuesta al artículo de Pol Viñas, que tildaba de 'idiotas' a los que hablan de wokismo. Parece que algunos no llevan demasiado bien que se les cuestione
La pasada semana Pol Viñas nos regalaba un artículo donde decía que era "idiota hablar de wokismo". No sé si lo dice por la llegada del podcast de la Catalunya Woke -me encantaría pensar que es así aunque no lo creo- o simplemente porque hace ya unos meses que algo ha cambiado. Viñas ridiculiza a aquella gente que está harta de la dictadura de lo políticamente correcto, que discute las políticas de izquierda que solo crean más desigualdad y que considera que en el sentido común está el camino. Y no se queda corto, asegura que la solución pasa "por no ser idiotas", reafirmando que quien habla de wokismo -como un servidor- es idiota. El artículo en sí no había tenido demasiada repercusión hasta que Tània Verge, nuestra consellera de Feminismos, decidió compartirlo y sumarse a llamarnos idiota a unos cuantos.
Es, precisamente, esa superioridad moral de la izquierda cool, moderna, lo que genera animadversión. Repartir carnets de buenos y de malos, atacar a feministas porque discuten la teoría queer, a agricultores porque están hartos de un uso hipócrita de la Agenda 2030. Durante años, habéis secuestrado el discurso oficial, habéis copado el espacio público en Cataluña y vuestras teorías son las que han servido para gobernar desde la Generalitat. Ya tenemos el resultado: nuestra educación está a la cola de Europa, no hay ninguna señal -repito, ninguna- de que vuestras políticas feministas hayan servido para acabar con los asesinatos y violaciones, mientras que vuestro buenismo del "volem acollir" deja a centenares de chicos solos y en la calle cada día.
Dile wokismo, dilo como quieras. Para ti es idiota que independentistas cuestionen estas políticas. Pides, además, un debate serio sobre la realidad catalana, mientras niegas y atacas a quien lo cuestiona. Intentas, además, relacionar el concepto woke con el españolismo, como si el movimiento contrario a vuestra izquierda reaccionaria no fuera mundial.
La libertad no es lo que defiendes, es todo lo contrario. La gente que está harta de vuestras imposiciones ya no cuestiona la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, no discute que el amor es libre ni quiere luchar contra esa gente que tiene la mala suerte de nacer en un cuerpo equivocado. No te confundas, no va de eso. Va de que no podéis pretender tener una única verdad, de entender que sois todo lo contrario a la libertad.
Acosar a profesores universitarios, atacar a cargos electos y vetar determinadas opiniones en la televisión pública. ¿Esto es libertad, reconocimiento y representación? Asumo que eres independentista y pretendes que todo el movimiento adopte tu punto de vista. ¿Esto es entender y respetar a quien no es como tú?
Hay una diferencia entre nosotros
Yo no te diré idiota, me da igual lo que piensas y asumo que está bien que lo puedas defender. No quiero silenciarte, no pediré nunca que te quiten micrófonos y altavoces. Esta es la gran diferencia entre lo que tú representas y quien lucha desde la batalla cultural para evidenciar vuestras contradicciones.
Para mí, podemos dejar de hablar de woke, si estás más contento. El problema no es el nombre, es vuestra voluntad inequívoca de menospreciar al otro y, además, fracasar cuando lleváis vuestras ideas a la práctica. Aquí está la llave, desde este marco se entiende que muchos jóvenes se sientan de derechas. Podéis pensar que es Tiktok, Satanás y un plan malvado, sin hacer ni un ápice de autocrítica. Seguid así.
Prefiero ser un idiota, Pol, que un borrego, a decir verdad. Prefiero tener mi propia opinión que tu única verdad.
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