Illa es una pesadilla
El PSC de Salvador Illa, en vez de desmarcarse de un independentismo que no se ha arrepentido de nada, se ha convertido en un partido secesionista más
No hace mucho que pensaba que los socialistas catalanes tenían claro que el ‘procesismo’ se había convertido en una cantera de fanáticos que se dedicaban, con la impunidad que da tener el poder de su parte, a acosar y a amedrentar a los que no pensaban como ellos. Era cuando los opinadores del régimen independentista llamaban “carcelero” a Iceta, se insultaba desde TV3, a los líderes socialistas y radicales secesionistas vandalizaban casi todas las sedes del PSC alrededor de Cataluña.
Poco antes Carles Puigdemont y Oriol Junqueras intentaron privar de derechos políticos (¿recuerdan la ley de transitoriedad y fundacional de la república?) también a los diputados socialistas en el Parlament, cuando Junts y la CUP aplicaban el rodillo secesionista en la cámara, saltándose normas y reglamento. ¿Recuerdan el discurso de Joan Coscubiela que fue aplaudido por PSC, PP y CS de manera entusiasta?
Los partidos separatistas no han pedido perdón por todo el mal que han hecho a la sociedad catalana y a la del resto de España. Enciman nos chulean con el ‘Ho tornarem a fer’, y siguen malgastando una cantidad increíble de dinero público en ‘fer país’ aumentando el presupuesto de TV3 y el Diplocat, y las subvenciones a entidades hispanófobas como Plataforma per la Llengua. Además, Generalitat ha emprendido una ofensiva total contra el uso social de la lengua más hablada en Cataluña, el español.
Y el PSC, en vez de desmarcarse de un independentismo que no se ha arrepentido de nada, se ha convertido en un partido secesionista más, ya que está avalando la actuación política de la Generalitat. No solo apoyó el decreto que Junts y ERC se sacaron de la manga para burlar la sentencia del 25%, además son el apoyo indispensable de Aragonès para aprobar los presupuestos que consagran las políticas hispanófobas, pactó la nueva composición del ente que gobierna TV3 y Catalunya Ràdio, gobierna en tres de las cuatro diputaciones catalanas con formaciones secesionistas y ha cerrado un acuerdo en Barcelona con ERC para aprobar las cuentas municipales.
La excusa de “la agenda del reencuentro” y “recuperar la convivencia” que esgrimen los socialistas no sirve con los que promueven el “puta España” en los medios de la Generalitat y con los que luchan para que se amnistíe a los que tiraban adoquines a los policías en la “batalla de Urquinaona”. Si convertir la capital catalana en un campo de batalla no es ‘terrorismo’ durante varios días, aunque sea de baja intensidad, ya me dirán lo que es. Pues Salvador Illa, como fiel escudero de Pedro Sánchez, no hace más que avalar los desmanes de un independentismo que es pieza fundamental para mantener al líder del PSOE en Moncloa.
La amnistía es la enésima humillación que el PSC acepta para seguir tocando poder. No lo hacen por la “convivencia”, lo hacen porque desde que los separatistas les han vuelto a aceptar como muleta han aumentado su poder territorial de manera exponencial. Por eso, los socialistas no han exigido a los independentistas que dejen de perseguir la lengua española, o han pedido que las productoras que se han forrado vendiendo propaganda independentista TV3 dejen de recibir contratos millonarios.
Los socialistas catalanes no quieren que en Cataluña acabe la hegemonía secesionista, solo piden sentarse a la mesa del señor para poder comer con ellos. Bon profit Illa, te has convertido en la pesadilla de los que queremos una España formada por ciudadanos libres e iguales, sin supremacismos ni privilegios.
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