'8M: Soy una mujer y no tengo nada que celebrar'

Este 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Coincidiendo con la fecha,  el periódico El Nacional publicaba un vídeo donde preguntaba por la calle a mujer qué harían si durante 24 horas desaparecieran todos los hombres. Todas las entrevistadas manifestaron comentarios contrarios a todos los hombres, asegurando que "estarían más tranquilas", "podrían ir por la calle", "no tener que preparar cenas", "decir la mía sin que ningún hombre me diga nada" o "viajar con amigas en según qué países".

El vídeo no pasó desapercibido para mucha gente, entre ellos la usuaria Lena, colaboradora de e-Notícies, que ha querido dar su opinión en un audio de por qué ella no lo ve igual. Esta es la transcripción de sus palabras y de por qué ella, siendo mujer, no tiene nada que celebrar este 8 de marzo:

"Cuando vi el vídeo, me llamó la atención por varios motivos, de hecho, lo visioné un par de veces y me planteé qué habría respondido, si me hubieran puesto un micrófono por delante y me hubieran planteado la pregunta de "¿Qué harías si durante 24 horas desaparecieran los hombres." Me di cuenta de que hubiera contestado con otra pregunta, que es: "¿por qué?, ¿con qué objetivo?", es decir, más allá del supuesto hipotético, con qué finalidad, cuál es la intención que hay detrás de esta pregunta.

Me chocó el hecho de que la mayoría de mujeres relacionaran el conjunto de los hombres con la delincuencia y que, ni siquiera una, hiciera un matiz, una distinción, una diferenciación entre los delincuentes o agresores y los hombres en general, incluyendo así -entiendo que de forma involuntaria o, incluso, inconsciente- los hombres de su entorno cercano, como: abuelos, padres, hijos, hermanos, nietos, etc.

Me sorprendió también el comentario de una de las jóvenes, que decía que si los hombres desaparecieran, ella "podría decir la suya con tranquilidad, sin que ningún hombre le dijera nada". Yo considero que aquí hay interferencias personales, me parece evidente que el sexo masculino no impide en su totalidad que las mujeres nos podamos expresar con libertad, al igual que tampoco supone una amenaza física global y, de hecho, en situaciones en las que quiénes más quien menos, como mujer, a veces hemos tenido que sufrir, desgraciadamente, las personas que te auxilian y te ayudan son también hombres y eso debe decirse.

Hay que decir también que, existe otro tipo de violencia, que ejercen las mujeres hacia los hombres, y de esta no se habla, o muy poco, pero, además, no se contabiliza. Por tanto, muchas veces, cuando se utiliza el argumento de los datos, es evidente que hay mucha más concienciación y mucha más información en relación, especialmente, a la violencia física que ejercen los hombres hacia las mujeres.

Yo debo ser honesta y debo decir que, a veces, tengo la sensación de que algunas mujeres muestran más bien una voluntad de sometimiento o, incluso, de venganza, desde una posición de desprecio hacia los hombres, debido, quizá, a resentimiento causado por malas experiencias que se están todavía gestionando, no sé.

Creo que si venimos de un antecedente, que en este caso iba en nuestro detrimento, de las mujeres, deberíamos aprender e intentar hacer las cosas bien, para no repetir el error, ahora en dirección contraria.

Choca también el contraste existente entre las opiniones femeninas y los comentarios que los hombres hacen, porque se pone de manifiesto que sí existe una conciencia masculina en relación con el sexo femenino.

Dicen cosas como: "las mujeres son necesarias" o "sin ellas nada funcionaría". Y, por tanto, a pesar de que el escenario no sea el idóneo o ideal y deba seguir trabajando, creo que hemos avanzado más de lo que pensamos en muchos casos.

Yo soy mujer y -este vídeo- no lo entiendo, no me gusta y no me representa.

Hay uno de los testigos femeninos que expresa que "no necesita a los hombres para nada": discrepo absolutamente, yo sí que los necesito. Quiero y quiero libres y seguros. Y, básicamente, quiero en igualdad de condiciones. Nada menos, porque de eso se trata.

Creo que debemos invitarnos a todos a la reflexión. Juntos.

Que debemos intentar encontrarnos en el equilibrio en la medida de lo posible. A entender que, cuanto mayor sea el entendimiento, mejor irán las cosas.
Y que, por tanto, de esta forma podremos hacer frente a las amenazas que surjan a lo largo del camino. Plantearnos también a quienes interesan este tipo de discursos, no darles altavoz en la medida de lo posible y ver qué puede haber detrás.

Yo no soy una víctima de los hombres, no me considero una víctima de los hombres, porque no quiero serlo. A pesar de las malas experiencias que haya podido tener, creo que se debe tener la capacidad de discernir, tanto, por un lado, como por otro, de entender que hay personas y personas y que no se puede englobar un sexo entero de esa manera. Es una absoluta tontería, que va en detrimento de todos, y que haría que cayéramos en el mismo error que ya hemos cometido. Por tanto, pienso que no tiene ningún sentido”.