Cuando a (casi) todos les interesa una repetición electoral
Este domingo tenemos, probablemente, las primeras elecciones de las dos que puede haber este año en Cataluña
Este domingo tenemos elecciones catalanas. Probablemente, las primeras elecciones de las dos que puede haber este año en Cataluña. Porque cada vez coge más fuerza la posibilidad de una repetición electoral. Un escenario, de hecho, que casi nadie vería con recelo.
Los vetos cruzados y los números que arrojan las encuestas podrían condenar a Cataluña a repetir elecciones en otoño. Porque el procesismo parece que difícilmente sumará, el tripartito de izquierdas ya veremos y una sociovergencia se antoja complicada de buenas a primeras. De hecho, muchos candidatos ya hablan sin tapujos sobre esta probable vuelta a las urnas dentro de unos meses.
Sobre el papel, el PSC sería el partido que menos querría una repetición electoral. Habiendo ganado, tendría que luchar para volver a ganar ante un Puigdemont que, si se aprueba la amnistía, podría hacer campaña en Cataluña. Eso sí, si el ‘caso Koldo’ y la amnistía no han perjudicado a los socialistas ahora, en otoño el contexto podría ser incluso algo más tranquilo para ellos.
Si se aprueba la amnistía, está claro que Junts podría salir beneficiado de una repetición electoral. Puigdemont podría recorrer Cataluña tras años en Waterloo, erigirse como única alternativa indepe al PSC y así, intentar dar el ‘sorpasso’ a Salvador Illa.
Volver a las urnas dentro de unos meses dejaría a Esquerra en una posición complicada. Si no cambian nada, es probable que sigan cayendo y tener todavía menos fuerza de la que puedan tener ahora. Pero ojo, si hay amnistía y Junqueras decide quitarle el puesto a Pere Aragonès en una hipotética repetición electoral, el escenario cambia completamente. Y podrían ver esta opción como una oportunidad de oro para remontar en plena caída libre.
Además, ERC cuenta con otro aliciente para repetir elecciones. Y es que, mientras, seguirán ocupando la Generalitat. Lo que significa alimentar bocas de militantes y amigos y seguir apurando los últimos meses dentro del Govern para intentar convencer a los votantes con medidas in extremis.
Con unas perspectivas al alza, unas nuevas elecciones tampoco perjudicaría demasiado al PP. Incluso al revés. Lo mismo pasa con Vox, que resistiría al auge de los populares y tampoco tendrían miedo a volver a examinarse en otoño.
Más complicada sería la situación para los Comuns, ya que una repetición electoral podría provocar una fuga de votos hacia el PSC por eso del voto útil. Algo que les dejaría al borde de la irrelevancia. La CUP, por su parte, podría terminar su refundación y frenar el descenso meteórico que están sufriendo. Así que tampoco les iría del todo mal el bloqueo post 12-M.
Por último, Aliança Catalana sería seguramente la gran beneficiada de todo esto. Todas las encuestas auguran su irrupción en el Parlament. Por lo tanto, una repetición electoral les permitiría seguir construyendo el partido, recibir la correspondiente subvención pública y, lo más importante, participar en todos los debates.
Así pues, queda claro que la posibilidad de volver a votar en otoño no solamente es posible según los resultados que salgan el 12 de mayo. Sino que, además, gran parte de los partidos podrían verse beneficiados o, por lo menos, no demasiado perjudicados. Y ya sabemos como funciona el tacticismo político.
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