Censura y medios
"El debate sobre inmigración, aunque se esté empezando a abrir, sigue estando cerrado para los que criticamos el modelo migratorio actual y sus causas"
Tuve la fortuna hace poco de acudir al programa Horizonte, en Cuatro, a hablar sobre inmigración. Uno de los momentos más llamativos del programa fue cuando afirmé que era el primer sitio al que acudía en el que hablando sobre esta cuestión no intentaban restringir mi intervención. La sorpresa fue mayúscula, sin embargo, los que estamos acostumbrados a participar en tertulias o a escribir en periódicos sabemos que no es así.
Lo raro es que te dejen opinar, sobre todo en según qué temas. El debate sobre inmigración, aunque se esté empezando a abrir, sigue estando cerrado para los que criticamos el modelo migratorio actual y sus causas. Sobre todo, si planteamos soluciones, eso sí que está prohibido.
Al día siguiente de una de mis participaciones en Horizonte, dos periodistas, Marco Almodóvar y Miguel Ángel Pizarro, me difamaron para que alguien leyera un nefasto artículo de El Español que es el perfecto ejemplo de lo que es la antítesis de un periodismo profesional. Me atribuyeron cosas que no defendí, hablaron de teorías que no se han molestado en leer y conocer, pusieron mi foto destacada y me atacaron por decir lo mismo que otros participantes.
¿Cuál fue mi crimen? Aportar datos de forma solvente y gustarle a la gente. No pueden permitir que alguien como yo triunfe, necesitan hacerme fracasar. Para ello, siempre hay mamporreros dispuestos a vender la poca dignidad que pudiera quedarles por unos likes y una palmadita en el cogote de sus amos.
España se encuentra ante un precipicio. No tenemos soberanía, la clase trabajadora está en una situación cada vez peor, sus barrios se degradan, la delincuencia aumenta, nuestra cultura desaparece y el islam se expande. No verás a estos periodistas hablar del problema, ni hacer nada para solucionar cuestión alguna, solo desinformarán y señalarán al que, a diferencia de ellos, tiene el valor de levantar la voz.
Pedro J. Ramírez siempre ha dejado mucho que desear, pero este giro de su periódico en defensa de lo woke y contra los intereses de España solo está poniendo el último clavo en su ataúd. ¿Dónde ha quedado el periodismo crítico del que tanto ha hablado a lo largo de su vida? ¿Dónde está el periodismo de investigación? ¿Cuándo cedió la línea de su periódico a gente que escribe sobre temas que no entienden, teorías que no han leído y oportunistas de todo tipo? La cultura del clickbait y el periodismo basura se han convertido en la bandera del periódico.
No solo no hacen el que se supone que es su trabajo, sino que tienen la desfachatez de señalar a los que nos exponemos para informar de la situación real que vivimos en España con la cuestión migratoria.
Esta censura de la que hablo se da en radio, televisión, pódcast y prensa por igual. Es muy difícil abrirse paso en los pocos medios y programas en los que aún existe libertad para que encima vengan palmeros, como los antes citados, a intentar tirarte el esfuerzo por tierra y conseguir que no te vuelvan a llevar a ningún sitio.
En el programa de Íker Jiménez no defendí ni un solo postulado racista o xenófobo, los datos no son racistas, expresan una realidad, mientras que estos dos periodistas lo único que hacen es mostrar un relato.
Han destacado que dije que “España necesita españoles”, como si decir esto fuera un crimen. Sin embargo, cuando los portavoces racializados o la patronal dice que España necesita inmigrantes no pasa nada. Ellos jamás morderían la mano de sus amos.
Quiero aprovechar esta columna que tengo en E-Notícies para volver a decirlo bien alto: España necesita españoles, que la defiendan y transmitan su legado a las nuevas generaciones. Que me digan lo que quieran, no van a torcer mi voluntad ni me van a hacer cambiar de opinión. Mal que les pese, soy una persona con visibilidad, mucha más que la de ellos, y eso no va a ir a menos, solo se va a incrementar.
Para que el lector se haga una idea de cómo está empezando a cambiar la situación en España, les recomiendo que vayan al artículo en cuestión y miren los comentarios. Parece que sus lectores están más de acuerdo conmigo que con esos dos periodistas.
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