Hombre con expresión seria en primer plano, fondo con un mosquito ampliado y el número tres grande sobre un diseño en tonos rosados y negros
OPINIÓN

Las causas misteriosas: grandes incógnitas del progresismo

El riesgo de que las enfermedades tropicales se conviertan en endémicas en Cataluña es, según 324.cat, culpa del turismo

Imagen del Blog de Octavio Cortés

Publicaba el 324.cat esta semana que existe el riesgo de que enfermedades tropicales hasta ahora irrelevantes, como el Dengue, el Zika o la Chikungunya, se conviertan en endémicas en Cataluña. ¿Cuál puede ser la causa de semejante anomalía? La única respuesta que se les ocurría a los esforzados redactores del 324.cat era: el turismo. ¡Gran logro periodístico! Basta con frenar la continua llegada de turistas de Zambia o de Malaui, que llenan los resorts de lujo y los hoteles del centro, para frenar las infecciones.

Comentamos esto porque aquí hay algo más que una anécdota. Se argumentará que el 324.cat, de por sí, es una manantial inagotable de despropósitos woke, lo cual es inobjetable. Si por algo se distingue este canal público es por informar de las cuestiones más estúpidas desde la perspectiva más estúpida, pero lo divertido aquí es el modo en que el progresismo es incapaz de encontrar razones para distintos fenómenos sociales: su modelo político colapsa ante sus ojos y ellos se preguntan cuáles serán las causas misteriosas detrás de todo ello.

Un edificio con un letrero que dice

Tomemos, por ejemplo, el aumento apocalíptico de la inseguridad en Cataluña. Desde 2019, los homicidios han aumentado un 110%; desde 2015 las agresiones sexuales han aumentado un 125%; en el ranking de los 20 municipios con mayor tasa de robos con violencia e intimidación, la 14 primeras plazas son para ciudades catalanas.

O consideremos el espinoso tema de la nacionalidad de los delincuentes. Por algún motivo misterioso, en Cataluña el 91% de los delitos de hurto y el 83% de robos con violencia fueron cometidos por extranjeros.

Los progresistas se rascan el cogote y se preguntan por las causas de estas calamidades, sin encontrar respuesta alguna. En la actualidad, la izquierda funciona como una maquinaria ideológica de simplicidad máxima. Un solo diagnóstico (el fascismo) y un solo remedio (pagar más impuestos). Esto suele funcionar bien.

De hecho, llegan a afirmar que el famoso cambio climático es culpa del fascismo, de modo que Le Pen o Meloni son culpables de que no llueva. Pero claro, todo tiene sus límites. ¿El fascismo está importando enfermedades tropicales? ¿El fascismo está llevando a los inmigrantes al saqueo, el pillaje y la degollina?

Como que es el único argumento que poseen, la respuesta ha de ser afirmativa: sí, el fascismo es responsable del aumento de la delincuencia de los inmigrantes, porque la actitud fascista de los autóctonos, que protestan cuando se les intenta apalear y acuchillar (o que no ponen su vivienda a disposición de los okupas) fuerza a los pobres recién llegados a tener que apalear y a acuchillar a los autóctonos, de manera efectiva y minuciosa, en un hermoso ejemplo de lucha antifascista. ¿Cuál es el remedio entonces? Abrir más las fronteras a todas estas multitudes de africanos antifascistas. Y, por supuesto, subir los impuestos.

Plano medio corto de Giorgia Meloni hablando y alzando su mano derecha mientras mira a cámara

¿El fascismo también explica que se haya disparado el número de agresiones sexuales? Aquí la cosa se complica más, puesto que resultaría raro afirmar que es una actitud fascista, por parte de las mujeres, el no dejarse violar por inmigrantes enloquecidos. Pero si se les deja un poco de tiempo, y se les subvenciona con unos cuantos millones a través de las productoras de Toni Soler, seguro que encuentran un modo de acomodar el argumento.

Los médicos saben que no es posible un buen tratamiento si no se comienza con un buen diagnóstico. Aquí no es que tengamos un mal diagnóstico, lo que hay es un caso de ceguera histérica colectiva. Estamos en un punto de degradación tan absoluto, que esta semana Hamás felicitó al Ayuntamiento de Barcelona y al alcalde Collboní por su ruptura de relaciones con Israel. Sí, ha leído bien, querido lector. Hamás felicitando al alcalde de Barcelona. ¿Hay aquí algún problema para la progresía? Ninguno, y si lo hubiera, bastaría con subir los impuestos. Tan fácil como eso.

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