Mujer de cabello ondulado y castaño hablando frente a un micrófono con un fondo rosa y detalles en negro.
OPINIÓN

'Cataluña será antipuntivista o no será'. Replica a Gemma Ubasart

Triplicamos en 13 años la cifra de incidentes y triplicamos en 8 años la cifra de agresiones a trabajadores

Jueves 25 de julio, 17:00 horas. Terraza pija del Restaurante Paseo en Barcelona.

Llego demasiado pronto a la cita. Pido café y agua fría, más partidario como soy del doble consumo que del café con hielo.

—un café y un agua fría, por favor.

—agua sí, pero el café imposible, señor. La cafetera se apaga con el cierre de la cocina del mediodía.

Doblemente contrariado por parte de paladar y de lengua, acepto resignado la mitad del pedido.

Mientras llega compañía me dispongo a elegir pasatiempo, preciso momento en que al más estilo freudiano el subconsciente emerge en mi mente. Y es que las casualidades no existen, amigo —me recuerda, ¡Sigmund! La sincronía es un constructo y así es como la mente induce invariablemente al pensamiento hacia la experiencia traumática…

Psicoanalizando, no tiene nada de casual que a escasos 50 metros de donde estoy se encuentre también el Palau Robert y sus jardines, espacio elegido por Ubasart justo hacía una semana para autoimponerse una conferencia que nadie parecía haberle pedido. Me decanto, pues, por la lectura del manuscrito “Explorando caminos de un garantismo republicano” de la futura no consejera de Justicia, Gemma Ubasart.

Así es como no suficientemente sofocado por el calor y castigado sin la deseada infusión, necesito seguir flagelándome cuerpo y, de paso, el alma, con la previsible joya epistolar de la señora.

Primer plano de Gemma Ubasar con cara seria sentada en su escaño del Parlament y apoyando su barbilla en su puño izquierdo

Bien, pasados 30 minutos de anodina lectura hago complacencia de mínimos y me conformo con haber acertado, al menos, las nulas expectativas previas concebidas con el texto.

Sostiene Ubasart que no hay tiempo sin conflicto, que le debemos de cierto agradecimiento a los problemas sociales como propulsores de cambio y que, a pesar de tenerse por una devota liberal, recae en parte a la Justicia, alcanzar la cohesión social. ¿Las fórmulas propuestas de resolución del conflicto? La mediación y la justicia restaurativa, puesto que el punitivismo es estrategia vacía y simple, vistosa y artificial. Así tenemos, y así nos queda, que solo el “garantismo republicano” es receta válida en el entramado.

Como algunos ya nos guardamos lo suficiente de los habituales neologismos “made in Ubasart” que se gasta la Honorable Señora cuando toca salir de los callejones sin salida —la hemeroteca es testigo con la nefasta gestión personal como consejera de Justicia y más desde el asesinato de Núria en Mas Enric—, no caeremos en su trampa y paso de largo ante esta nueva acuñamenta léxica.

En su particular “carta a los corintios”, la consejera conferenciante hace diferentes alusiones al mundo penitenciario. En la actual crisis y decadencia penitenciaria, resuelve la consellera, es necesaria una apuesta decidida por la obertabilidad de la población encarcelada hacia el medio abierto y el objetivo de contenciones mecánicas cero en la gestión de los incidentes.

Tropieza, el empeñado welfarista (bienestarista), al usar ese tono seco de institutriz de “o estás conmigo o estás contra mí”. Típico pecado venial de ilustrados/as pensante progre-snobs de penitencia a base de rosario hilado por diminutas piedras espirituales de Reiki. Es decir, cómo le muela a la Ubasart el diálogo (“mano extendida”, que repetía a partir del fatídico 13 de marzo), pero recuerden también que el disentimiento… ¡Los condena a ser reaccionarios y populistas, ipso facto! ¡Con el intelecto hemos topado!

Protesta ante la muerte de Núria, la cocinera asesinada en la cárcel de Tarragona

Respecto a la obertabilidad, olvidémonos de una implementación de políticas sociales o una decisión a partir de convicciones. ¡Es pura supervivencia del sistema! Las prisiones sufren una creciente masificación, así que el impulso hacia el medio abierto, pasando del habitual 20% al pretendido 30%, es más política técnica que política pública, a pesar del encaje se haga con gran deleite de conciencia personal.

Poca reflexión consta si los sujetos pasivos de esta transformación penitenciaria, los internos en forzada progresión en su grado de libertad, están o no preparados o si lo están preparados los equipamientos, los recursos humanos, técnicos, de apoyo y de acompañamiento.

De nuevo, la señora Ubasart hace uso de la exitosa tasa de reincidencia penitenciaria catalana: ¡somos la envidia de Europa con un 80% de reinsertados! Solo recordarle que ese porcentaje es éxito engañoso. Es hacerse trampas en el solitario cuando el estadístico empleado es de diseño a la carta ya interés, y herramienta no frecuentada por el resto de países vecinos que prefieren otros evaluadores de mayor rigor para tratar la reincidencia. Feo es el autoengaño, por eso tiene consideración de burla social cuando quien se justifica con triquiñuelas ostenta cargo público.

Respecto a las contenciones cero, poco a decir. Las cifras de incidentes en los centros penitenciarios y las cifras de agresiones a profesionales penitenciarios evidencian el nulo interés y consideración de la consejera por la convivencia y el patrimonio humano del departamento.

Triplicamos en 13 años la cifra de incidentes y triplicamos en 8 años la cifra de agresiones a trabajadores. La gestión a base de mediación, contención verbal, intervención compensatoria e interminable desescalada de los conflictos parecen poco eficaces, ¿no? Mientras, las bufas van cayendo y el colectivo está harto de inoperancia y pedantería.

Funcionaios manifestandose delante de la cárcel de Brians, en Barcelona

Así, la proclama del colectivo penitenciario es clara: “¡Queremos volver a casa de una pieza!”

La respuesta de la consejera no se hace esperar “¡Viva el conflicto, camaradas! ¡Es motor de cambio!”

¡Qué cómoda es la poltrona, casum seuna, Ubasart! Dejar náufragos ya la deriva a internos con voluntad y trabajadores abnegados para justificar tesis de pequeño país.

Y esta es la gran pifia de la politóloga nombrada consejera, que lo es desde octubre de 2022 más por equilibrios de gobierno que por méritos contrastados —recordemos que el 10 de octubre de 2022 Pere Aragonés repartía guiños a diestro y siniestro ya derecho: a los socialistas nombrando a Joaquim Nadal consejero de Investigación y Universidades, a los nacionalistas de Junts nombrando a Carles Campuzano consejero de Derechos Sociales ya los comunes con Ubasart —.

La gran pifia de no saber bajar del marco teórico al marco real. De enredarse con la toga del dogma mientras las cifras del descalabro —y con ellas el asesinato de Núria— estropearon la doctrina. Podía haber aprovechado la señora, el tiempo político regalado por el Presidente para hacer inmersión de realidad. ¡Tiempo perdido! ¡En la nave continúa el derrumbe!

Por último, uno no puede alejarse del teclado sin dejar constancia de la siguiente cita de la conferenciante: “Catalunya será antipunitivista, o no será”.

Conmueve la catalanidad de la autora, a pesar del redactado, cite doce referentes morales y/o ideológicos extranjeros, ninguno de ellos catalán.

Sorprende que la cita parta de una adaptación socarrona y laica a la máxima del difunto obispo de la diócesis de Vic, Josep Torras i Bages, dicho que reza “Catalunya será cristiana, o no será” y que permanece esculpida en la fachada del 'Abadía de Montserrat. Parece que determinados talentos, en manos de Ubasart, pueden ser magreados y potineados, pero al filósofo progresista Luigi Ferrajoli o al catedrático reformista Michel Foucault, ni tocarlos, claro.

Montaje de Gemma Ubasart y una de las manifestaciones en las prisiones de Cataluña

La cita de Ubasart es tan farolera —a la que se le ocurre parafrasear a Torras i Bages— como decisiva para entender su pensamiento hegemónico. Cataluña es y será antipunitivista o no será. Cataluña es y será como yo la pienso o no será. Cataluña me pertenece o no será. Y, recuerden, todo debate es saludable, pero tengan cuidado con el disentimiento… ¡No sea que queden señalados de reaccionarios, ipso facto! No sé por qué me temo que esta Ubasart apunta a ser hija política del matrimonio Josep Saura e Imma Mayol, o heredera política de Joan Herrera o de Dolors Camats, acostumbrados todos ellos al uso de la puerta giratoria.

¡Qué pena! ¡Y qué añoranza más grande para Ignasi Riera! Riera, diputado por el PSUC y por Iniciativa per Catalunya Verds (IC-V), a la vez que bregado militante de izquierdas, antes del retiro político y regreso al mundo editorial, exploró con discreción la máxima de Torras i Bages. En este caso, es a Ignasi Riera a quien se le atribuye la siguiente reformulación a base de discreto juego con los signos de puntuación y exclamación: “¡Catalunya será, cristiana o no, será!”, que en atención a la realidad social actual, es expresión más acertada que la original.

Así tenemos, y así nos queda, siguiendo a Riera, que “¡Catalunya será, antipunitivsita o no, será!”

P.D.: disculpe y sepa perdonar, amigo/a lector/a, cierto tono presuntuoso en el presente artículo de opinión. Reconozco escribir dominado por el vanidoso bocadillo moral y epistolar de la autora de “Explorando caminos de un garantismo republicano”

➡️ Opinión

Más noticias: