Carta abierta al conseller Joan Ignasi Elena
Carta abierta al conseller tras negarle una entrevista a E-Noticies por, según el Govern, “hacer de altavoz de la extrema derecha”
Estimado y Honorable Conseller, heroico, antifascista:
Como ciudadano y votante, como cronista de la actualidad, celebro su decisión de no conceder entrevistas a “medios que hacen de altavoz de la extrema derecha o que se dedican a incitar el odio y la discriminación contra determinados colectivos, como la inmigración”. Con eso conseguirá un colosal ahorro de tiempo y energías, dado que no concederá entrevistas a los digitales indepes que llaman “colonos” o “nyordos” a los no independentistas, ni a los medios de izquierda que llaman “tránsfobos” a todos aquellos que dudan (en lo íntimo, en lo interior y trémulo) de la feminidad testicular de la soldado Francisco o de la cabo Roberto.
Entonces podrá Vd. pasar más tiempo haciendo lo que sea que hace mientras sigue la cacería del turista-Rolex en BCN, mientras los hoteles se van abarrotando con la muchachada de las pateras y la delincuencia está en cifras propias de un descampado de Haití a la hora de la cena de los caníbales, mientras los carteristas limpian el metro, se asaltan negocios judíos y los okupas apedrean a los vecinos con adoquines post-capitalistas, mientras la CUP denuncia el racismo de las habaneras y los funcionarios de prisiones (tan reaccionarios, ellos) siguen empeñados en no dejarse matar.
Por hacer lo que sea que Vd. hace, mientras todo esto sucede, cobra usted unos magníficos 120.773,72 euros, lo cual le hace merecedor de nuestra más amorosa empatía. ¡Un asalariado, un servidor público, un progresista! ¡Una vocación y trayectoria inmaculada! Antes, los antifascistas se tiraban al monte o se dedicaban a tareas de sabotaje en la clandestinidad, pero aquellos eran otros tiempos.
Ahora Vd. y los suyos han dignificado el antifascismo, dotándolo de coche oficial, asesores mamelucos pagados a peso y palco en Can Barça junto a otros muchos asalariados heroicos. Ni un pas enrrere.
Su figura, deliciosamente redondeada en silueta frente a los muchos terciopelos de su heroicidad cotidiana, será honrada en el futuro por su fabulosa capacidad de resistencia. ¿Alguien se imagina a una víctima de dominio colonial fascista (los argelinos bajo el yugo francés, los indios bajo el yugo inglés, los negros sudafricanos bajo el apartheid) cobrando sueldos de seis cifras pagados por el opresor?
Cierto es que toda una generación de políticos indepes han practicado esa misma Resistencia de Lucro Incesante, pero usted los eclipsa a todos: su calma bovina, su inacción tumefacta, su vida política de sobremesa con licores. Ahí están los rasgos de un estadista, de un titán, de un antifascista para la historia. No decaiga ni un minuto, le necesitamos.
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