Montaje con el periodista catalán Ferran Casas y el empresario Toni Soler, con unos hilos como si fueran marionetas movidos por la mano del político de ERC Sergi Sabrià

OPINIÓN

Así funciona el cártel procesista: los medios de comunicación

Solo queda esperar que llegue el día en que todo este chiringuito se desmonte y que dejen de regalar subvenciones a sus amigos


Editorial Arnau Borràs

La semana pasada, El Español publicó una exclusiva que quedó sepultada entre las protestas del sector primario y el afán del cártel procesista de tapar y silenciar sus vergüenzas. La noticia en cuestión trataba de un grupo de Telegram creado por Oriol Soler, considerado uno de los cerebros del Tsunami Democràtic, que contaba con la presencia de dirigentes de ERC (y del Govern) y varios periodistas afines. Según la información publicada por el digital de Pedro J. Ramírez, este grupo servía para controlar, dirigir y coordinar el mensaje que se difundía en los medios de comunicación procesistas respecto a las acciones realizadas por el Tsunami.

Evidentemente, será el juez García-Castellón el que deberá comprobar si dicho grupo cometió algún delito o no, pero hoy no os quiero hablar de los aspectos legales de todo esto. La justicia ya hará su trabajo. Sin embargo, lo que evidencia este grupo de Telegram es algo muy grave. Es el descaro del pensamiento único instalado en la gran mayoría de medios de comunicación catalanes, con evidentes intereses entrecruzados y que confirma ya no solo el vasallaje de los principales altavoces mediáticos procesistas con el poder, si no cómo estos medios forman parte del cártel procesista que ha hundido Cataluña en los últimos años.

¿Qué entendemos por ‘cártel procesista’? Un día ya hablaremos extensamente de ello, pero básicamente es la estructura formada por partidos políticos, medios de comunicación y entidades subvencionadas, empresas, cargos públicos con un buen sueldo y, en definitiva, toda una red de entes y personas que han aprovechado el ‘procés’ para llenar sus bolsillos y saquear todo el dinero público posible, llenándose la boca de una independencia que saben que no llegará, pero que les sirve de excusa para vivir a cuerpo de rey. Y la información de El Español viene a confirmar todo esto.

Todos aquellos periodistas que, desde Cataluña, se llenan la boca hablando del “oficio del periodismo” y de conceptos como ser independientes y críticos con el poder, han quedado retratados. No es algo que nos sorprenda demasiado: en Cataluña ya sabemos que la mayoría de medios escriben al dictado de los dos principales partidos procesistas. Pero, por lo menos, podrían disimular un poco más. Veamos hasta donde llegan los intereses periodísticos en defender ciertas cuestiones, previo pago de una suculenta subvención o publicidad institucional, evidentemente.

En este grupo de Telegram encontramos a Marta Vilalta, portavoz de ERC; Sergi Sabrià, nuevo viceconseller de Comunicació del Govern y hombre fuerte de ERC en su relación con los medios de comunicación; Raúl Murcia, entonces jefe de gabinete del consejero de Interior; Carlos Foguet, que ejercía de director de comunicación del Govern; o Oriol Duran, exsecretario de comunicación de la Generalitat.

Por parte del mundo del periodismo estaban Toni Soler, uno de los jefes y articulista del Diari ARA, que con su productora facturó más de 6 millones de euros a TV3; Ferran Casas, subdirector de NacióDigital (casi un millón de euros en subvenciones y publicidad institucional el último año) y miembro de la Junts del Grup Barnils (ese colectivo que se dedica a coaccionar a otros periodistas que no les bailan el agua); Saül Gordillo, exdirector de Catalunya Ràdio caído a los infiernos tras ser acusado de abuso sexual por una trabajadora; Ferran Espada, director de la edición catalana de Público; David Bassa, jefe de informativos de TV3; y varios periodistas y colaboradores de los principales medios de comunicación que hay en Cataluña. Todos ellos, bien juntos por obra y gracia de Oriol Soler, fundador del Diari ARA y actual jefe de Abacus, dos de las empresas más subvencionadas en los últimos años por ERC.

Mientras los medios de comunicación realmente independientes somos señalados como reaccionarios y de extrema derecha, resulta que los que están conectados con el poder, compadrean con él y hacen de correa transmisora de su mensaje, son los que agitan la bandera del periodismo libre. ¿Por qué no se ha hablado demasiado de esto? Pues porque en Cataluña la gran mayoría de medios están metidos en el ajo. ¿Quién lo va a denunciar? ¿TV3, NacióDigital o el diari ARA, que cobran cantidades ingentes de dinero por parte de sus amigos de la administración? ¿Será el Grup Barnils, los guardianes de las esencias del periodismo puro, los que pongan el grito en el cielo por el colegueo entre miembros destacados de su colectivo y los principales dirigentes del Govern? Evidentemente no, porque son un cártel y ya saben aquello de que ‘perro no come perro’.

Sinceramente, aquí que cada uno comparta grupos de Telegram con quién le dé la gana, pero sería de agradecer que después no empiecen a regar con subvenciones a sus fieles perros falderos. Este grupo de Telegram deja la credibilidad de los principales medios catalanes por los suelos, que tampoco no es que estuviera precisamente por las nubes. Ahora ya sabemos por qué nadie alzó la voz cuando todos los políticos procesistas mintieron incluso a sus votantes independentistas. No es que no lo supieran, es que simplemente se jugaban sus subvenciones.

En resumen, los que siempre se quejan de que Franco lo dejó todo atado y bien atado, son los mismos que ahora están bien atados al poder procesista. Tanto, que ya forman parte de él. Solo queda esperar que llegue el día en que todo este chiringuito se desmonte y que dejen de regalar subvenciones a sus amigos. Aunque esto signifique la muerte de algunos medios que sobreviven única y exclusivamente del dinero público. Unos medios que, tras la publicación de este grupo de Telegram, ya entendemos cuál es su razón de ser: ejercer de Boletín Oficial de Procesismo. Ténganlo presenta cuándo os preguntéis por qué los principales medios intentan tapar el aumento de la delincuencia, nos hablen de la bondades de convertirnos en la ONG más grande del mundo o silencien otras opciones políticas que pueden poner en peligro el cártel que tienen montado.

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