Pere Aragonès en primer plano con una explosion nuclear de fondo

OPINIÓN

Aguanta, Pere

Llegados hasta aquí lo mejor que puede hacer ERC es permanecer fiel a su espíritu procesista

Aguanta, Pere, ya lo tienes, solo un poco más, unos meses más, y lo habrás conseguido. Hay muchos que hace tiempo que te quieren ver hundido, Pere, pero tú no puedes darte por vencido, no ahora. Hay demasiado en juego. De qué vivirán los amigos enchufados en los chiringuitos de aquí y de allá, cómo se mantendrán los medios afines sin tus subvenciones, cómo seguiremos alimentando la máquina procesista… y sobre todo, ¡quién estará ahí para parar a la extrema derecha si tú te rindes!

Entiendo tus dudas, Pere. La sequía, los tractores, los sanitarios, el fracaso escolar, demasiados obstáculos para un gobierno en minoría absoluta y asediado por todas partes por una oposición rapaz. Qué sabrán ellos de las dificultades de gestionar, Pere. Pero ahora se acabó, Pere, ahora ya tiene lo que necesitabas, el apoyo del PSC (¡cómo se han hecho rogar!), ahora a apretar el acelerador un poco más y que te quiten lo bailao. Aguanta, Pere, aguanta, que luego no puedan decirte que te rendiste.

Plano medio de Pere Aragonès y Salvador Illa sentados y dándose la mano

Este vendaval pasará tarde o temprano, Pere, y pronto podrás formar un nuevo gobierno. Allí estarán Salvador y Jéssica, esperándote para encajar todas las piezas, desde el ayuntamiento de Barcelona hasta el Congreso de los Diputados: PSC-ERC-Comunes, el inicio de una nueva era, el tripartito de la esperanza. Sí, lo sé, la mala noticia es que tendrás que compartir las decisiones, y también los cargos, el poder, las prebendas. Pero qué caray, Pere, seguirás ahí, y podrás mirar a tus rivales por encima del hombro, ellos que no daban un duro por tu, y míralos, muertos de asco otra vez en la oposición. El poder desgasta, dicen… ¡Lo que desgasta es la oposición!

Aguanta, Pere, que los ingratos no consigan hacer mella en tu orgullo. Te dirán que si la inmigración, que si la seguridad, que si la economía, que si aquello o lo otro. No dirán nada de todos esos logros que solo consigues ver tú: las embajadas, el empoderamiento feminista, la gestión del agua, Cataluña tierra de acogida, el fin de la pobreza y muy pronto una ley trans que ya le gustaría a Irene Montero. Por eso no puedes dejarlo ahora. Quién se hará cargo de todas esas luchas si tú no estás, quién defenderá a los trabajadores de la derecha.

Plano medio del Presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, con el puño en alto en un mítin de Esquerra Republicana

No te rindas, Pere, ahora no, ahora que ho tenim tan a tocar. No puedes dejar que el miedo frustre tu verdadero sueño, el referéndum de autodeterminación, la independencia de Cataluña. ¿Te imaginas? Tú proclamando la República Catalana mientras Puigdemont se lo mira desde la barrera, ¿qué ironía verdad? Mientras todos se reían de la mesa de diálogo tú sabía leer antes que nadie que el procés era historia y que lo que tocaba ahora era negociar y apretar los dientes. Lo conseguirás, Pere, al final lo conseguirás, pero debes permanecer ahí, no rendirte, aguanta, Pere, aguanta, per la llibertat, per la democràcia, pel país, todo eso que ya sabes muy bien y que repites en cada discurso.

Por todo esto, por el referéndum, por el feminismo, por el ecologismo, por los trabajadores, por la paz en el mundo, pero también (qué caray) por los sueldos, los sillones, las dietas, las subvenciones y los chiringuitos. Por todo ello, por todos ellos, hazme caso, Pere. Aguanta.