Una odontóloga revela los 3 momentos en los que no debes cepillarte jamás los dientes

Nuestros padres y los dentistas nos suelen insistir desde que somos pequeños en la importancia de una buena salud bucodental. Lavarse los dientes después de comer o antes de ir a dormir forma parte de los hábitos de millones de personas. ¿Lo hacemos bien? La popular odontóloga Shaadi Manouchehri ha publicado un vídeo asegurando que hay 3 momentos en los que no hay que cepillarse. 

Muchas personas esperan después del desayuno para realizar el primer lavado. Una práctica errónea según la profesional, puesto que los alimentos que acabamos de digerir dejan un resto de ácido en contacto con las bacterias. De esta manera, estaríamos esparciendo eso por toda la superficie, multiplicando las opciones de generar caries.

“Cuando acabas de comer, la boca está en un estado ácido. Así que si te cepillas los dientes, estarás frotando ese ácido en el diente, que es un mineral y puede desgastarlo”, apunta.

Más situaciones en las que no debemos cepillarnos los dientes

Otro momento en el que recurrimos rápidamente al cepillo es cuando vomitamos. Con tal de quitarnos el mal sabor de boca, confiamos en que la pasta de dientes nos refresque y nos renueve el aliento. Pero este contenido estomacal recién expulsado también contiene altos niveles de ácido, con lo cual estaríamos en una situación similar a la primera. 

“Los contenidos del estómago son extremadamente ácidos, por lo que, si te cepillas inmediatamente después, básicamente estás desgastando tu esmalte dental”, explica Manouchehri.

El tercer momento donde queda totalmente prohibido cepillarse los dientes es después de comer dulces o chucherías. El motivo es exactamente el mismo que en los dos casos anteriores. ¿Qué hay que hacer para prevenir estos problemas? Esperar al menos una hora después de la ingesta para lavarlos. 

¿Cómo hay que lavarse los dientes?

La correcta higiene bucal es esencial para mantener una sonrisa saludable y prevenir problemas dentales. Para lavarte los dientes adecuadamente, sigue estos pasos simples pero cruciales.

• Primero, selecciona un cepillo de dientes de cerdas suaves para evitar dañar las encías y el esmalte dental. Usa una cantidad de pasta dental del tamaño de un guisante, asegurándote de que contenga flúor para fortalecer el esmalte y prevenir la caries.
• Cepíllate los dientes en un ángulo de 45 grados hacia la línea de las encías, realizando movimientos cortos y suaves. Dedica al menos dos minutos a esta tarea, cubriendo todas las superficies de tus dientes y tu lengua.
• No te olvides del uso diario del hilo dental para eliminar los restos de comida entre los dientes y bajo la línea de las encías.
• Complementa tu rutina con enjuague bucal, y programa visitas regulares al dentista para chequeos profesionales y limpiezas.