Imagen de Quim Masferrer en 'El Foraster' de TV3 con cara de circunstancias
GENTE

Quim Masferrer confiesa uno de sus secretos mejor guardados: la audiencia, de piedra

Quim Masferrer ha hecho una extraña confesión sobre los cementerios y su reflexión ha resonado con fuerza

Esta noche, El Foraster regresa a las pantallas de TV3 con una nueva entrega que promete enganchar a la audiencia. Quim Masferrer, el carismático presentador del programa, sigue recorriendo los pueblos de Cataluña en busca de historias únicas. Su estilo cercano y auténtico ha conquistado al público, pero, en una reciente entrevista, dejó al descubierto una faceta más personal.

Hace unas semanas, Quim Masferrer visitó El búnquer, el programa de Catalunya Ràdio, para promocionar la nueva temporada de El Foraster. Durante la entrevista, sorprendió al revelar detalles desconocidos de su vida y algunos de los desafíos que ha enfrentado en su carrera. Además, hizo una confesión con la que sacó a la luz uno de sus secretos mejor guardados.

Quim Masferrer con gafas y auriculares está sentado frente a un micrófono en un entorno de grabación, con una camiseta verde que tiene una bicicleta dibujada.

Quim Masferrer sorprende al revelar su extraña afición

Durante la entrevista, el presentador de TV3 reveló un incidente que vivió en Els Pallaresos, el cual dejó a más de uno boquiabierto. En esa localidad, Quim vivió uno de los momentos más tensos de su trayectoria. Tras pedir la libertad para los presos políticos en un monólogo, tuvo que ser escoltado por la policía.

“Entró gente al camerino que quería hacerme daño… hasta el punto de que tuve que salir protegido”, confesó. Unas palabras con las que quiso dejar claro que, aunque en el pueblo hay buena gente, no faltan los conflictos.

Sin embargo, lo que más llamó la atención de la entrevista fueron las confesiones sobre sus pasiones más secretas. Quim Masferrer desveló que siente una profunda fascinación por los cementerios. “Me gustan mucho los cementerios, todo tipo de cementerios, sobre todo ir solo”, explicó, añadiendo que pasear por ellos le aporta una gran paz.

Quim Masferrer con gafas y auriculares habla frente a un micrófono en un entorno que parece ser un estudio de grabación con estantes llenos de latas y botellas en el fondo.

Para Quim Masferrer, los cementerios tienen un significado que va más allá de la muerte. “Te recolocan, te ponen los pies en la tierra, sabes dónde vamos a parar en esta vida, y eso hace que la valores más”, comentó. Incluso cree que los niños deberían visitar cementerios para aprender sobre la fragilidad de la vida y la importancia de disfrutarla.

Otra de sus aficiones, aunque es menos impactante, es visitar mercados de barrio. Para él, estos lugares están llenos de vida y reflejan la esencia de las personas. “A veces pienso que toda esa vida acabará en los cementerios”, señaló, destacando la conexión entre ambos espacios como una lección de humildad.

Quim Masferrer concluyó con una reflexión que resonó entre los oyentes. “No hay que enfadarse tanto, discusiones las justas, porque acabaremos todos allí, en un agujero”, afirmó, dejando claro su filosofía de vivir con sencillez y valorar el presente.

Un hombre sonriente con barba y cabello rubio sostiene un micrófono amarillo al aire libre.

La entrega de hoy de El Foraster podría resolver un gran enigma

Esta noche, El Foraster nos llevará a Nulles, un pequeño pueblo del Alt Camp con una historia que parece sacada de un libro de aventuras. Enclavado entre viñedos y con una catedral modernista que quita el aliento, este rincón de Cataluña guarda secretos que desafían la imaginación. Desde un meteorito caído en sus tierras hasta un escudo de piedra único en el territorio, Nulles promete ser el escenario de un episodio inolvidable de El Foraster.

Pero lo que realmente hace especial a este lugar es un misterio que sigue desconcertando a todos, incluso décadas después. Se trata del fenómeno de “la mesa de Nulles”, una historia que en los años 70 capturó la atención de toda Catalunya. Según cuentan, Mari, una niña de tan solo 11 años, lograba mover la mesa con solo poner las manos sobre ella. Lo más sorprendente es que la mesa no solo se movía, sino que también levantaba peso y respondía a las preguntas de los curiosos.

Hoy, con 60 años, Mari intentará ayudar a Quim a entender qué ocurrió realmente. ¿Era pura energía, un fenómeno paranormal o algo más mundano? El enigma sigue sin resolverse, pero su relato promete emociones y, como siempre, el toque de humor que caracteriza al programa.

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