Pep Anton Muñoz de ‘El cor de la ciutat’ habla sobre la serie: ‘Me hizo feliz, pero…’
Las sinceras palabras del actor que dio vida a Peris en una icónica y querida serie catalana de TV3
Entre los años 2000 y 2009, El cor de la ciutat se convirtió en un fenómeno de la televisión catalana. Con un total de 10 temporadas y casi 2.000 episodios, esta serie de sobremesa de TV3 capturó la atención de una gran audiencia.
Alcanzando su punto culminante en la temporada 2002-2003, cuando promedió 755.000 espectadores y una cuota del 43,3%. Este éxito rotundo ha dejado una huella imborrable en la historia de la televisión local.
Reflexiones de Pep Anton Muñoz
Para conmemorar los 24 años del estreno de la serie el programa El Suplement de Roger Escapa reunió a algunos de sus principales protagonistas, incluyendo a Pep Anton Muñoz, quien interpretó a Peris.
Muñoz reflexionó sobre el impacto de su papel en su carrera. Aunque el reconocimiento por su interpretación de Peris le ha brindado una gran satisfacción, también ha traído consigo ciertos desafíos. "Me hace feliz, pero no me ha ayudado a poder hacer otros personajes", confesó Muñoz, destacando cómo la asociación con su papel icónico ha limitado sus oportunidades de explorar nuevos roles.
La autenticidad de la serie
Pep Anton Muñoz y sus compañeros han subrayado la autenticidad de El cor de la ciutat, destacando que la serie se basaba en situaciones de la vida real, lo que le confería un carácter genuino y cercano al espectador.
La serie no solo representó un reflejo de la vida cotidiana, sino que también se convirtió en una especie de crónica social de la época. La conexión que el público sentía con los personajes y las historias contribuyó a su duradero éxito y a su estatus como una serie memorable.
La trayectoria del veterano actor de teatro, cine, doblaje y televisión, ha estado marcada por su participación en diversos proyectos desde los años 70. A pesar de los retos personales que ha enfrentado, el legado de El cor de la ciutat es un testimonio del impacto de la serie.
La serie no solo consolidó a Pep Anton Muñoz como un rostro icónico en la televisión catalana, sino que también dejó una marca indeleble en la memoria colectiva de sus espectadores.
La habilidad de la serie para capturar la esencia de la vida cotidiana aseguran que su influencia perdure mucho más allá de su emisión. Así, el éxito de El cor de la ciutat no solo se mide en cifras de audiencia, sino en el profundo vínculo emocional que ha establecido con su audiencia.
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